Manigat dice que el golpe destruyó la última oportunidad para la democracia en Haití

Leslie Manigat, derrocado presidente de Haití, declaró ayer que el golpe militar del pasado domingo destruyó la Otima oportunidad para la democracia en dicho país. Manigat culpó a sectores de la Prensa norteamericana de presentarle como un defensor del coronel Jean-Claude Paul, a quien se acusó falsamente, según él, de delitos de narcotráfico en Miami. Manigat agregó que había recibido un informe de la Embajada de EE UU que exculpa a Paul del presunto delito.

Sin embargo, Manigat no acusó directamente al presidente Reagan por "carecer de elementos de juicio" para relacionarlo directamen...

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Leslie Manigat, derrocado presidente de Haití, declaró ayer que el golpe militar del pasado domingo destruyó la Otima oportunidad para la democracia en dicho país. Manigat culpó a sectores de la Prensa norteamericana de presentarle como un defensor del coronel Jean-Claude Paul, a quien se acusó falsamente, según él, de delitos de narcotráfico en Miami. Manigat agregó que había recibido un informe de la Embajada de EE UU que exculpa a Paul del presunto delito.

Sin embargo, Manigat no acusó directamente al presidente Reagan por "carecer de elementos de juicio" para relacionarlo directamente con el golpe de Estado.Manigat, quien celebró una conferencia de prensa celebrada en el Hotel Dominican Concorde, donde permanece alojado junto a su familia desde la tarde de ayer, definió al general Henri Namphy como un "enfermo mental" y dijo que rechazaba la reforma que estaba llevando a cabo para limpiar la Administración Pública haitiana.

El ex presidente haitiano afirmó que militares leales a Namphy controlaban el puerto de la ciudad de San Marcos por donde entraban de contrabando gran cantidad de productos que iban a parar a los cuarteles de esa localidad. Y agregó que cuando su Gobierno se preocupó por cambiar esa situación se organizó una manifestación militar presidida por un comandante en la que se gritó: "¡Abajo Manigat!, ¡viva el EJército!"

Acompañado de su esposa y (le un senador dominicano reformista, Manigat explicó, en inglés, francés y español, que el mayor obstáculo político que encontró su Gobierno fue "el crecimiento de la inseguridad pública" y que sectores críticos a su Gobierno intentaron culparle a él del auge de la criminalidad social. "Pero yo, públicamente, condenaba esa criminalidad", señaló.

Ahondando en este aspecto, Manigat especificó que su Gobierno fue derrocado por "la resistencia y reacción de varios intereses potentes a mi acción de lucha contra la corrupción y el contrabando".

Manigat, quien afirmó no estar amargado ni tener rencor personal contra nadie, expresó sentirse "triste por mi país y por la democracia de mi país". Señaló que sus acciones futuras apuntarán a volver al poder. "No voy a caer en la trampa clásica de los políticos destituidos", dijo. Y añadió que intentará enfrentar la nueva situación con la unión solidaria de todos los demócratas. [El Departamento de Estado dijo ayer que EE UU mantendrá relaciones con el Gobierno militar de Haití y no impondrá sanciones económicas, según ].

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La vuelta a los tiempos de "Baby Doc"

La situación en Haití parece haber vuelto al 7 de febrero de 1986, fecha en que fue derrocado el dictador Jean Claude Duvalier, Baby Doc, tras dos meses de disturbios que dejaron una larga secuela de muertos y desaparecidos. Manigat jugó a ser demócrata y a devolver las libertades a ese pueblo empobrecido (apenas tiene una renta per cápita de 200 dólares anuales) y desesperado. Era el primer intento democrático en 50 años..Manigat ejerció en sus cinco meses como presidente una magnífica labor de relaciones públicas y ofreció una imagen de país safido del letargo y dispuesto a apostar fuerte.

Haití intentaba entrar en la IV Convención de Lorné y, tras muchos esfuerzos y reticencias de los Estados miembros, había conseguido una plaza como observador de la Comunidad Económica del Caribe (Caricom).

EE UU señaló ayer que continuaría manteniendo relaciones diplomáticas con el nuevo Gobiemo militar. La Organización Demócrata-Cristiana de América proclamó ayer su respaldo al Gobierno de Manigat, y dos ex presidentes venezolanos, Luis Herrera Campins y Carlos Andrés Pérez, pidieron la acción urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA). El presidente de la Internacional Socialista para América Latina, José Francisco Peña Gómez, declaró que la ocasión es propicia para que Manigat y los demás líderes se pongan de acuerdo y luchen para instaurar una verdadera democracia en Haití.

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