Managua acepta discutir la propuesta de la 'contra' para democratizar el país

El Gobierno sandinista aceptó la discusión de la ambiciosa propuesta de paz presentada por la contra, con lo que las negociaciones de Managua entran en su fase decisiva, la de la búsqueda de un mecanismo para democratizar el país. A cambio, la contra ha puesto sobre la mesa algo que nunca había hecho de forma tan explícita, una fecha concreta para el abandono de las armas.

Las conversaciones deben concluir hoy, después de tres días en los que la delegación de la contra ha aprovechado también para mantener contactos con partidos políticos y representantes de la Iglesia nicarag...

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El Gobierno sandinista aceptó la discusión de la ambiciosa propuesta de paz presentada por la contra, con lo que las negociaciones de Managua entran en su fase decisiva, la de la búsqueda de un mecanismo para democratizar el país. A cambio, la contra ha puesto sobre la mesa algo que nunca había hecho de forma tan explícita, una fecha concreta para el abandono de las armas.

Las conversaciones deben concluir hoy, después de tres días en los que la delegación de la contra ha aprovechado también para mantener contactos con partidos políticos y representantes de la Iglesia nicaragüense.Después del desconcierto inicial entre la delegación oficial por una propuesta con la que la contra tomaba la iniciativa, el Gobierno aceptó incluir ese documento como un instrumento de trabajo en las conversaciones, según dijo el ministro de Información, Manuel Espinoza. Ayer, mientras la Prensa oficial atacaba violentamente la propuesta de la contra, altos funcionarios del Gobierno destacaban en privado sus aspectos positivos.

El plan presentado por la Resistencia Nicaragüense (RN) exige al Gobierno cumplir en el plazo de cinco días condiciones tan importantes como la liberación de todos los presos políticos y la interrupción del reclutamiento para el servicio militar. De acuerdo a esa propuesta, en dos meses más debe haber entrado en funcionamiento una serie de medidas que garanticen una democracia de corte occidental. Posteriormente, la contra incorporaría sus fuerzas a la vida política en un proceso que no se prolongaría más allá del 31 de enero de 1989.

Abandonar las armas

"Lo más importante de esta propuesta es que la contra acepta por primera vez el abandono de las armas como necesidad última del proceso de paz", comentó un miembro del Gobierno sandinista.El jefe de la representación de la contra, Alfredo César, explicó en una conferencia de prensa, en la tarde del jueves, que su propuesta "no es un ultimátum" y admitió que incluye elementos que pueden ser negociados. César añadió que algunos de los puntos comprendidos en el documento presentado por RN ya figuran en la Constitución nicaragüense. "De lo que se trata ahora es de convertirlos en realidad", manifestó.

Según el dirigente antisandinista, que llegó a Managua con el marchamo de nuevo líder de la Resistencia Nicaragüense tras la marginación de Adolfo Calero, el objetivo de la contra en esta cuarta ronda de negociaciones directas es "acabar definitivamente con la guerra". "No nos interesa seguir extendiendo treguas sobre papel mojado", dijo. Por ello, RN presentó "una propuesta global que incluye todas las condiciones que se deben dar para poner fin a la guerra".

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Hasta la tarde de ayer existía en Managua la impresión de que el Gobierno sandinista, consciente de que tiene que comprar la paz con democracia, ha aceptado el reto lanzado por la contra. César aseguró que "se están discutiendo las características que debe tener la vida institucional para la integración en ella de la tesistencia". Es decir, se está discutiendo cuándo y cómo van a ser las elecciones, qué acceso va a tener la oposición a los medios de comunicación, qué control va a ejercer el Frente Sandinista sobre distintas instituciones de la sociedad, cómo va a ser el nuevo Ejército nacional.

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