Por la puerta grande
La norma para salir a hombros por la puerta grande en Las Ventas es que el torero haya cortado, por lo menos, dos orejas. Ayer se aplicó este criterio para la salida a hombros por la puerta grande de los rejoneadores Antonio Ignacio Vargas y Ginés Cartagena que, efectivamente, habían cortado dos orejas, pero entre los dos, en su actuación por colleras.
Para que la norma no fuera transgredida, procedieron a cortar por la mitad ambas orejas, exhibían dos cada uno, y producían perplejidad, porque con este proceder resultaba que el toro que rejonearon había tenido cuatro orejas.
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La norma para salir a hombros por la puerta grande en Las Ventas es que el torero haya cortado, por lo menos, dos orejas. Ayer se aplicó este criterio para la salida a hombros por la puerta grande de los rejoneadores Antonio Ignacio Vargas y Ginés Cartagena que, efectivamente, habían cortado dos orejas, pero entre los dos, en su actuación por colleras.
Para que la norma no fuera transgredida, procedieron a cortar por la mitad ambas orejas, exhibían dos cada uno, y producían perplejidad, porque con este proceder resultaba que el toro que rejonearon había tenido cuatro orejas.
Con independencia de su actuación -que fue espléndida- la salida a hombros queda en entredicho, porque el premio doble se lo repartían e incurrían en agravio comparativo con otros toreros que han visto cerrada la puerta grande porque sólo obtuvieron un trofeo.