Crítica:'POP'

Cantautores sincopados

Apenas 150 personas se dieron cita en la sala Universal para ver lo que era, a priori, un concierto interesante: la presentación en nuestro país del duo tejano Timbuk 3, una curiosa formación que graba sus discos y actúa en directo con la sola compañía de un caja de ritmo y un magnetofón con el bajo grabado."En la mayoría de grupos de rock los músicos no utilizan ni un 50% de su capacidad, al verse apoyados por el resto de la banda. Nosotros, al ser sólo dos, siempre funcionamos al 100%", comentaba Pat McDonald a este periódico, en un intento por justificar la utilización de sonidos pre...

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Apenas 150 personas se dieron cita en la sala Universal para ver lo que era, a priori, un concierto interesante: la presentación en nuestro país del duo tejano Timbuk 3, una curiosa formación que graba sus discos y actúa en directo con la sola compañía de un caja de ritmo y un magnetofón con el bajo grabado."En la mayoría de grupos de rock los músicos no utilizan ni un 50% de su capacidad, al verse apoyados por el resto de la banda. Nosotros, al ser sólo dos, siempre funcionamos al 100%", comentaba Pat McDonald a este periódico, en un intento por justificar la utilización de sonidos pregrabados.

Y son, efectivamente, muy diferentes al resto de bandas norteamericanas, pero ni mucho menos mejores. En un pequeño pub quizás su música se convierta en algo más familiar e intimista, pero en una gran sala los defectos y carencias se hacen más acusados. El monótono fondo musical utilizado como base crea únicamente desasosiego, algo triste teniendo en cuenta que la sola palabra puede adoptar un valor rítmico propio, adecuadamente sincopado, con el que participar tanto en la frase hablada como en la expresión cantada.

Concierto de Timbuk 3

Pat McDonald: voz, guitarra eléctrica, bajo y armónica; y Barbara K: voz, guitarra eléctrica y violín. Madrid. Sala Universal, viernes 29 de abril.

Así las cosas, los mejores momentos tuvieron lugar cuando las máquinas callaban, dejando paso a unas cálidas guitarras y a la voz de Bárbara K. Entonces las canciones se dejaban apreciar, recordando las inevitables raíces de cualquier músico de rock formado en Texas: country y blues. Lástima de batería acústica.

Su repertorio en directo se basa, lógicamente, en las canciones de sus dos únicos elepés, en los que hacen gala de una seria conciencia política y social. Así, abordan sin recato temas como el de la energía nuclear y el racismo, mucho más fáciles de apreciar en disco, donde no han de luchar contra el torbellino sonoro que les acompaña en vivo. Demasiado volumen para tan poco público.

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