La 'contra' exige libre movimiento de sus líderes para acudir a negociar a Managua

La contra exige libertad de movimientos para sus líderes cuando éstos se reúnan con el Gobierno nicaragüense en Managua, en una fecha todavía por determinar, después del aplazamiento del encuentro previsto para ayer por decisión unilateral de los rebeldes, que argumentan que las autoridades sandinistas están incumpliendo algunos de los puntos suscritos en los acuerdos de Sapoá, como son violaciones menores del alto el fuego y arbitrariedades en la selección de los primeros cien amnistiados.

La Resistencia Nicaragüense (RN) ha propuesto ahora que el encuentro se celebre el pró...

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La contra exige libertad de movimientos para sus líderes cuando éstos se reúnan con el Gobierno nicaragüense en Managua, en una fecha todavía por determinar, después del aplazamiento del encuentro previsto para ayer por decisión unilateral de los rebeldes, que argumentan que las autoridades sandinistas están incumpliendo algunos de los puntos suscritos en los acuerdos de Sapoá, como son violaciones menores del alto el fuego y arbitrariedades en la selección de los primeros cien amnistiados.

La Resistencia Nicaragüense (RN) ha propuesto ahora que el encuentro se celebre el próximo día 12, a lo cual el Gobierno de Managua ha respondido con las fechas alternativas del 9 o el 15, para no dar así impresión de que está cediendo ante los bruscos cambios de actitud que demuestran los últimos días los llamados contrarrevolucionarios.

El clima de esperanza que despertó en el país la firma por vez primera de una tregua militar de 60 días con las fuerzas rebeldes, mediante unos acuerdos que encauzarían definitivamente la paz y la reconciliación nacional entre los nicaragüenses tras casi ocho años de guerra civil, se ha trocado súbitamente en otro más pesimista, donde las acusaciones cruzadas y la desconfianza mutua pueden echar al traste el proceso negociador pactado en Sapoá. "Están buscando cómo romper los acuerdos con actos de provocación", dijo ayer a este diario una fuente sandinista, que señaló a la Administración de Reagan como promotora de este nuevo clima.

Un hotel en el centro

La gota que ha colmado la paciencia de los sandinistas ha sido el planteamiento formal hecho por el líder contra, Adolfo Calero, sobre las condiciones para acudir a la cita programada con el ministro de Defensa, general Humberto Ortega. La contra ha exigido que su delegación, compuesta por más de 60 personas, sea alojada en un céntrico hotel de Managua, y no en el propuesto por el Gobierno, que se halla a unos 12 kilómetros de la ciudad, frente al aeropuerto. Además Calero solicita que le sea permitida absoluta libertad de movimientos para entrevistarse con miembros de la Conferencia Episcopal, líderes de la Coodinadora Democrática, que agrupa a los partidos sin representación parlamentaria, y representantes de las organizaciones empresariales y sindicales, y poder celebrar un almuerzo con madres de rebeldes fallecidos en combate.El Gobierno ha dicho que esas condiciones son prácticamente imposibles de aceptar, porque el encuentro de Managua, según lo acordado en Sapoá, debe ceñirse a la discusión de aspectos políticos y militares exclusivamente entre las dos partes, que posibiliten el cese definitivo de las hostilidades.

"Han tergiversado los términos, queriendo convertir la reunión en un acto de campaña política", declaró el martes en Sapoá el viceministro de Defensa, general Joaquín Cuadra Lacayo.

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