Plan para partir en dos Afganistán con vistas a la retirada soviética

Las autoridades afganas han preparado planes para dividir Afganistán en dos zonas, una al norte y la otra al sur, según indicaron el pasado lunes fuentes diplomáticas y también de los grupos rebeldes que se oponen al régimen prosoviético de Kabul. Según estas fuentes, la ciudad de Mazare-Sharif, situada cerca de la frontera con la URSS, se convertiría en la capital del Norte, lo que serviría para concentrar en esta zona las tropas soviéticas en proceso de retirada y apartarlas del sur del país, mucho más vulnerable a los ataques de la guerrilla.

El nombramiento, el pasado día 13 de ...

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Las autoridades afganas han preparado planes para dividir Afganistán en dos zonas, una al norte y la otra al sur, según indicaron el pasado lunes fuentes diplomáticas y también de los grupos rebeldes que se oponen al régimen prosoviético de Kabul. Según estas fuentes, la ciudad de Mazare-Sharif, situada cerca de la frontera con la URSS, se convertiría en la capital del Norte, lo que serviría para concentrar en esta zona las tropas soviéticas en proceso de retirada y apartarlas del sur del país, mucho más vulnerable a los ataques de la guerrilla.

El nombramiento, el pasado día 13 de marzo, de Najibulá Masir como viceprimer ministro para la región norte hace suponer que la posibilidad de esta partición está siendo considerada por las autoridades afganas, así como por Moscú, ya que ningún cargo semejante ha sido designado para otras provincias afganas.

La creación de una nueva provincia nórdica, bajo el nombre de Sare Pul, ha sido anunciada por Radio Kabul. Esta provincia incluye parte de las provincias de Balkh, Faryab, Jauze Jan y Samangan. Fuentes rebeldes afganas ven en este proyecto la intención de dividir el país en función de las diferencias étnicas.

El norte de Afganistán, cuya lengua dominante es el farsi, es un mosaico de minorías compuesto de uzbecos, tadjiks y turcomanos, cada uno de los cuales habla su propio dialecto, mientras que en el Sur el idioma mayoritario es el pachtué.

El régimen prosoviético de Kabul ha intentado explotar estas rivalidades étnicas. En fuentes rebeldes se teme que la URSS pretenda una libanización de Afganistán, si la retirada de las tropas soviéticas se produce sin un acuerdo general entre todas las partes en conflicto. Moscú, según estas fuentes, preferiría mantener junto a sus fronteras un régimen comunista, más que un país dominado completamente por los rebeldes.

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El presidente de Afganistán, Mohamed Najibulá, hizo un llamamiento a "todos los afganos" para que participen en las elecciones parlamentarias que comenzaron ayer y que se desarrollarán hasta el próximo día 14 de abril, según informó la agencia soviética Tass.En un mensaje dirigido a la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Najibulá pidió a este organismo internacional que informe a los "ciudadanos afganos residentes en el extranjero" de la celebración de las elecciones y de que se "habían levantado los obstáculos que impedían su vuelta a Afganistán".

Asimismo, Najibulá y el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Edvard Shevardnadze, confirmaron ayer que las tropas soviéticas abandonarán Afganistán tanto si se llega o no a un acuerdo en las conversaciones de Ginebra entre Afganistán y Pakistán, según publicó ayer en Moscú el periódico del Partido Comunista de la Unión Soviética, Pravda.

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