España se opone a la reducción del presupuesto vinícola de la CE

España y los demás países meridionales de Europa, incluidos Francia e Italia, seguían ayer resistiéndose a la drástica reducción del presupuesto vinícola de la Comunidad Europea (CE) propuesta por su órgano ejecutivo que, además de disminuir el precio de la destilación obligatoria, desea fomentar el arranque de viñedos mediante la concesión de primas.Los titulares de Agricultura de los doce, entre los que figura el ministro Carlos Romero, iniciaron ayer en la capital belga una sesión maratoniana para discutir de nuevo este tema e intercambiar puntos de vista sobre la proposición de la C...

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España y los demás países meridionales de Europa, incluidos Francia e Italia, seguían ayer resistiéndose a la drástica reducción del presupuesto vinícola de la Comunidad Europea (CE) propuesta por su órgano ejecutivo que, además de disminuir el precio de la destilación obligatoria, desea fomentar el arranque de viñedos mediante la concesión de primas.Los titulares de Agricultura de los doce, entre los que figura el ministro Carlos Romero, iniciaron ayer en la capital belga una sesión maratoniana para discutir de nuevo este tema e intercambiar puntos de vista sobre la proposición de la Comisión Europea de congelar los precios agrícolas para la próxima campaña y rebajar incluso los ofrecidos por el trigo duro y el tabaco. Una decisión final sobre esta cuestión será, en principio, tomada el próximo mes.

La producción de vino de mesa se eleva anualmente en los doce a 150 millones de hectolitros -la de calidad asciende a 50 millones-, pero el consumo apenas rebasa los dos tercios y este excedente cuesta a la CE el equivalente de 208.500 millones de pesetas dedicados en su mayoria a pagar la destilación obligatoria.

Sobre la cuarta parte del excedente actualmente destilado Bruselas abona al viticultor la mitad del precio teórico al que debería estar el mercado y sobre los dos tercios restantes paga tan sólo un 40%.

La reforma que pretende introducir el Ejecutivo comunitario consiste en rebajar la cantidad adquirida a mitad de precio - de un 25% a un, 10%- y de abonar por los 45 millones de hectolitros sobrantes un porcentaje que disminuya paulatinamente del actual 40% hasta desaparecer en 1991. El precio de compra medio de cada litro destilado apenas rondará dentro de tres años el 15% al del mercado.

Si, a diferencia de países como Francia e Italia, España no ve excesivos inconvenientes en esta rebaja, la otra fase de la propuesta disgusta a Romero porque prevé otorgar primas de 138.000 a 276.000 pesetas por hectárea de viñedos arrancados. Madrid teme que así pueda acentuarse la desertización de La Mancha y de Extremadura.

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