Contra el SIDA, el condón es el rey

Una exposición reúne en Londres las campañas de información realizadas en todo el mundo

ENVIADA ESPECIAL Dos futbolistas chocan en el campo y, al caer al suelo, pregunta uno de ellos: ¿Transmite esto el SIDA?". Éste es uno de los anuncios realizados por el Gobierno danés para informar a sus ciudadanos sobre el contagio del SIDA. Todos ellos concluyen con dos corazones entrelazados al tiempo que un condón desciende sobre la I de AIDS (siglas del SIDA en inglés). La exposición realizada esta semana en Londres con motivo de la cumbre de ministros de Salud para la prevención del SIDA ha puesto de manifiesto que el uso del condón es el eje sobre el que gravitan casi todas las campañas...

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ENVIADA ESPECIAL Dos futbolistas chocan en el campo y, al caer al suelo, pregunta uno de ellos: ¿Transmite esto el SIDA?". Éste es uno de los anuncios realizados por el Gobierno danés para informar a sus ciudadanos sobre el contagio del SIDA. Todos ellos concluyen con dos corazones entrelazados al tiempo que un condón desciende sobre la I de AIDS (siglas del SIDA en inglés). La exposición realizada esta semana en Londres con motivo de la cumbre de ministros de Salud para la prevención del SIDA ha puesto de manifiesto que el uso del condón es el eje sobre el que gravitan casi todas las campañas de información en todo el mundo.

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En otros países la dificultad que han tenido que afrontar los respectivos Gobiernos -abandonado hace un par de décadas el condón como método anticonceptivo ante la irrupción de las píldoras- es el desconocimiento que hay sobre la forma correcta de usar un preservativo. Por ello, algunos Gobiernos no han dudado en aleccionar a sus ciudadanos a través de la pantallas de televisión con anuncios que son, simplemente, un manual de instrucciones sobre la forma de ponerse y quitarse un preservativo. La sencillez y naturalidad con que se abordaba este aspecto en los anuncios del Gobierno danés fue el motivo, sin duda, de que su caseta fuese la más concurrida de la exposición.Según Anthony Meyer, miembro del programa especial sobre el SIDA de la OMS, "en las campañas de información hay que superar toda vacilación y contar con que surgirá polémica por las estrategias, demasiado descarnadas o demasiado procelosas, que adopte cada Gobierno. De hecho, actualmente las campañas Con mensajes duros son criticadas por ello, pero cuando no tienen esa dureza son criticadas por blandas".

Duro es el calificativo que los asistentes a la cumbre de ministros de Salud aplicaron al anuncio que actualmente intenta disuadir a los británicos del consumo de drogas por vía intravenosa. El Gobierno del Reino Unido es el que ha realizado hasta ahora una de las campañas más intensas de información. Según Spencer Hagard, director del programa de información, en 1987 se ha distribuido un folleto en 85 millones de hogares. Además, en febrero pasado, durante 19 horas ininterrumpidas de televisión se transmitieron 35 programas sobre el síndrome.

A los hogares franceses la información llegó, entre otros canales, por los buzones: 13 millones de folletos fueron repartidos unidos al recibo del teléfono. En la campaña -que tuvo el lema "El SIDA no pasará por mí"- colaboraron el Ejército, universitarios y la Cruz Roja, según Alain Pompidou, coordinador del programa francés sobre el SIDA.

Los 114 ministros de Sanidad reunidos esta semana en la capital británica para adoptar una estrategia común que evite la rápida propagación de la peste del siglo XX acudieron al Centro Isabel II, situado en el corazón de Londres, junto a la abadía de Westminster, con las características carteras ministeriales repletas de documentos y una carga adicional de vídeos, carteles, chapas y pegatinas representativas de las campañas realizadas en sus respectivos países.Desde el pasado martes, primer día de la conferencia, delegados de varios países se paseaban por el centro de conferencias luciendo en su pecho unas chapas con forma de corazón que llevaban inscrita la frase: "Pregúnteme sobre el AIDS", lema de la campaña que se realiza actualmente en Estados Unidos. Horas antes de la ceremonia de clausura, a media tarde del pasado jueves, eran las pegatinas de la campaña española -"Si Da, No Da"- las que hacían furor sobre las carteras y portafolios de los delegados de los países de habla hispana.

Aborígenes australianos

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) se propaga por dos vías de contagio claramente identificadas: el sexo y la sangre. La conferencia de Londres, organizada por la Organización Mundial de la Salud (OM S) y el Reino Unido, ha llegado a la conclusión de que, a falta de una vacuna o cura para el SIDA, la forma de lucha más eficaz contra esta enfermedad consiste en educar a la población mundial para que modifique su comportamiento, tanto en las relaciones sexuales homosexuales o heterosexuales como en el consumo de drogas por vía intravenosa, y rompa esa cadena de transmisión.Realizar esa labor de educación, iniciada en 1987 en varios países, está planteando, tras varios años de permisividad sexual, a los respectivos Gobiernos situaciones tan peculiares como la de los aborígenes australianos.

El Ministerio de Sanidad de Australia ha distribuido grandes carteles en rojo, amarillo y negro (colores de la bandera indígena) con mensajes cortos y explícitos recomendando el uso de preservativos. Pero parte de ese colectivo, que subsiste en duras condiciones de marginación en las grandes ciudades, mantiene aún la creencia de que los niños se encuentran ya perfectamente formados en el semen, sin necesidad del concurso de la madre. El concurso de ésta en la formación de un nuevo ser se limita a recibir -a los diminutos niños para que crezcan en su interior. El uso de preservativos para este grupo étnico es, por tanto, casi equivalente a una campaña de exterminación.

Manual de uso

En otros países la dificultad que han tenido que afrontar los respectivos Gobiernos -abandonado hace un par de décadas el condón como método anticonceptivo ante la irrupción de las píldoras- es el desconocimiento que hay sobre la forma correcta de usar un preservativo. Por ello, algunos Gobiernos no han dudado en aleccionar a sus ciudadanos a través de la pantallas de televisión con anuncios que son, simplemente, un manual de instrucciones sobre la forma de ponerse y quitarse un preservativo. La sencillez y naturalidad con que se abordaba este aspecto en los anuncios del Gobierno danés fue el motivo, sin duda, de que su caseta fuese la más concurrida de la exposición.Según Anthony Meyer, miembro del programa especial sobre el SIDA de la OMS, "en las campañas de información hay que superar toda vacilación y contar con que surgirá polémica por las estrategias, demasiado descarnadas o demasiado procelosas, que adopte cada Gobierno. De hecho, actualmente las campañas Con mensajes duros son criticadas por ello, pero cuando no tienen esa dureza son criticadas por blandas".

Duro es el calificativo que los asistentes a la cumbre de ministros de Salud aplicaron al anuncio que actualmente intenta disuadir a los británicos del consumo de drogas por vía intravenosa. El Gobierno del Reino Unido es el que ha realizado hasta ahora una de las campañas más intensas de información. Según Spencer Hagard, director del programa de información, en 1987 se ha distribuido un folleto en 85 millones de hogares. Además, en febrero pasado, durante 19 horas ininterrumpidas de televisión se transmitieron 35 programas sobre el síndrome.

A los hogares franceses la información llegó, entre otros canales, por los buzones: 13 millones de folletos fueron repartidos unidos al recibo del teléfono. En la campaña -que tuvo el lema "El SIDA no pasará por mí"- colaboraron el Ejército, universitarios y la Cruz Roja, según Alain Pompidou, coordinador del programa francés sobre el SIDA.

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