Vocación mediadora

Si 1987 fue, para la diplomacia española, el año de Latinoamérica, con abundantes viajes de las máximas autoridades españolas a aquel continente, 1988 será, según todas las fuentes diplomáticas, el año de Europa. Pero ello, agregan estos me dios, no quiere decir que se olvide la "privilegiada relación" que nuestro país quiere mantener con los Estados suramericanos. Una muestra, de ello la constituye la vocación española por erigirse en mediadora en el proceso de paz centroamericano; este será, de acuerdo con todos los indicios, el principal tema de conversación del presidente nicaragüense, Dan...

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Si 1987 fue, para la diplomacia española, el año de Latinoamérica, con abundantes viajes de las máximas autoridades españolas a aquel continente, 1988 será, según todas las fuentes diplomáticas, el año de Europa. Pero ello, agregan estos me dios, no quiere decir que se olvide la "privilegiada relación" que nuestro país quiere mantener con los Estados suramericanos. Una muestra, de ello la constituye la vocación española por erigirse en mediadora en el proceso de paz centroamericano; este será, de acuerdo con todos los indicios, el principal tema de conversación del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, con sus interlocutores españoles. Pero además, Ortega llega en momentos en los que una auténtica avalancha de personalidades latinoamericanas van y vienen de y a España: este fin de semana será el ministro argentino de Asuntos Exteriores, Dante Caputo, quien visite Madrid, en preparación, según fuentes oficiales, del viaje que realizará a nuestro país el presidente argentino, Raúl Alfonsín, los días 30 y 31 de este mismo mes. El presidente mexicano, Miguel de la Madrid, realiza este fin de semana una escala técnica (de dos días) en Santiago de Compostela a su regreso de Estocolmo, donde asiste a una reunión del grupo de los seis.

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Cierta descoordinación

Este mismo semestre se espera la visita del presidente colombiano, Virgilio, Barco; en abril vendrá a Madrid el presidente de Honduras, José Azcona; y no se descarta que el presidente de Costa Rica, óscar Arias, también se desplace a España en los próximos meses. El papel que, indudablemente, juega nuestro país en relación con Latinoamérica no logra ocultar la existencia de cierta descoordinación entre diversos departamentos ni tampoco algunos residuos de "diplomacia paralela" que hacen que el tema latinoamericano sea llevado no sólo por la cofrespondiente dirección general en el Ministerio de Asuntos Exteriores, sino también por la secretaría de Estado de Cooperación Internacional y por la propia Moncloa, donde el asesor presidencial, Juan Antonio Yañez, juega, en la sombra, un papel destacado y, en no pocas ocasiones, muy personalizado.

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