El clasicismo de Zuazo, expuesto en 450 planos

Una exposición conmemorativa de¡ centenario del nacimiento del arquitecto Secundino Zuazo (Bilbao), 1887-Madrid, 1970) se inauguró ayer, organizada por el Colegio de Arquitectos de Madrid y el Circulo de Bellas Artes. En este último edificio, de Antonio Palacios, se han distribuido 450 planos y 40 fotografías pertenecientes a 66 proyectos de los 300 que realizó en su vida. Defensor de un clasicismo de raíz italiana, Zuazo dejó su huella personal en edificios de Madrid (como los Nuevos Ministerios, la casa de las Flores o el Palacio de la Música), así como otros proyectos urbanos en Bilbao, Sev...

Una exposición conmemorativa de¡ centenario del nacimiento del arquitecto Secundino Zuazo (Bilbao), 1887-Madrid, 1970) se inauguró ayer, organizada por el Colegio de Arquitectos de Madrid y el Circulo de Bellas Artes. En este último edificio, de Antonio Palacios, se han distribuido 450 planos y 40 fotografías pertenecientes a 66 proyectos de los 300 que realizó en su vida. Defensor de un clasicismo de raíz italiana, Zuazo dejó su huella personal en edificios de Madrid (como los Nuevos Ministerios, la casa de las Flores o el Palacio de la Música), así como otros proyectos urbanos en Bilbao, Sevilla, Zaragoza, Barcelona, Las Palmas, Córdoba, Granada y Toledo, ciudades que conocerán la antológica el próximo año

.El mismo año del centenario de Le Corbusier, uno de los maestres del movimiento moderno, ha encontrado un hueco para poder difundir a los 100 años de su nacimiento la obra de un arquitecto olvidado, Secundino Zuazo, figura clave de la arquitectura española contemporánea. Lilia Maure, de 33 años, arquitecta y profesora titular de Historia de la Arquitectura en la escuela de Madrid, es la comisaria de la-exposición -que tiene un presupuesto de 10 millones de pesetas- y autora del libro-catálogo, resumen de nueve años de investigación y motivo de su tesis doctoral.

El diseño y el montaje de la antológica, de Lilia Maure y Artonio Rubio, que ocupa la sala de exposiciones y el salón de baile del Círculo de Bellas Ar-tes, están realizados a base de soportes con mallas para respetar el espacio arquitectónico de Antonio Palacios, que en 1920 construyó el edificio. El año anterior, Zuazo y Fernández Quintanilla se habían presentado al concurso de anteproyectos, cuyo fallo fue polémico. El clasicismo de su fachada -las fotografias de los planos, al no existir los originales, se presentan en la exposición- contrasta con el planteamiento de Palacios, con quien estuvo Zuazo trabajando en el palacio de Correos de Madrid y, según su testimonio, borró partes de la ornamentación de los planos. de la Castellana (1930). Según la comisaria, sobre la figura de Zuazo pesa un silencio político y profesional que tiene su origen en su salida a Francia durante la guerra civil y el confinamiento en Las Palmas desde 1939 hasta 1942, en que regresa a Madrid. La muestra, hasta el 17 de enero, se completa con un ciclo de conferencias en el Ministerio de Cultura.

Lilia Maure ha dividido la exposición en cuatro apartados temáticos, presentados de forma cronológica, como resultado de las propuestas del arquitecto, más académicas o más experimentales, según los condicionamientos del proyecto. El primer apartado está dedicado al Madrid residencial, con sus actuaciones en el ensanche de Madrid, con el ejemplo definitivo de la casa de las Flores o las torres de Boix y Morer.

La vivienda unifamiliar, otro apartado, permite al autor experimentar con la tradición y el clasicismo, así como la influencia de la arquitectura holandesa en la utilización del ladrillo. Entre los ejemplos figuran las casas para Martínez Sierra, Sebastián Miranda, Domingo Ortega y Victorio Macho.

Zuazo estudió la ciudad en términos de arquitectura y no de expansión, y en este tercer apartado se incluyen las reformas urbanas en Bilbao, Sevilla, Zaragoza, Las, Palmas, Barcelona y Madrid, cuya prolongación del eje ¿le la Castellana proyectó con el alemán Hermann Jansen a partir de 1930. La arquitectura y la ciudad es la última sección, donde destaca los Nuevos Ministerios y la prolongación (le la Castellana como una forma de potenciar el crecimiento de: la ciudad hacia el norte. Otros ejemplos de la mezcla entre racionalismo y academicismo están en el Palacio de la Música y el frontón Recoletos, de Madrid; Correos de Bilbao, y el Banco de España en Granada y Córdoba.

Zuazo es un gran constructor, no se deja influir por las modas y busca una línea cercana a la tradición clásica, un clasicismo que mira a Italia y a El Escorial, según Lilia Maure, para quien los Nuevos Ministerios es la mejor obra de Zuazo, "un edificio bello en términos clásicos". Un archivo desconocido

El material expuesto -450 planos y 40 fotografilas- pertenece al archivo de Zuazo, ahora propiedad de su familia, que apenas ha sido consultado hasta la investigación de Lilia Maure. Se presentan maquetas del frontón Recoletos, ya desaparecido; un proyecto sobre el Viaducto, ambos con el ingeniero E. Torroja, y las distintas tipologías, racionalista y funcionalista, sobre la prolongación