Los artesanales canarios podrán volver a faenar en Mauritania

La flota artesanal canaria (unos 38 barcos con base en el puerto de Arrecife y otros tantos con base en el puerto de La Luz de Las Palmas) podría volver a faenar en aguas mauritanas, dentro de las seis millas de la costa y capturando especies demersales si llega a buen término la petición que el comisario de Pesca de la CE, Cardosó Pires, hará a la Comunidad de que se modifiquen las condiciones del tratado de pesca en vigor desde el 1 de julio de este año.La solicitud de Cardoso será hecha a instancias del eurodiputado Manuel Medina Ortega, que en su momento fue repetidas veces informado del c...

La flota artesanal canaria (unos 38 barcos con base en el puerto de Arrecife y otros tantos con base en el puerto de La Luz de Las Palmas) podría volver a faenar en aguas mauritanas, dentro de las seis millas de la costa y capturando especies demersales si llega a buen término la petición que el comisario de Pesca de la CE, Cardosó Pires, hará a la Comunidad de que se modifiquen las condiciones del tratado de pesca en vigor desde el 1 de julio de este año.La solicitud de Cardoso será hecha a instancias del eurodiputado Manuel Medina Ortega, que en su momento fue repetidas veces informado del colapso de la pesca artesanal canaria.

Todo parece indicar que la República Islámica no tendría inconveniente alguno en ampliar el protocolo si hay en este sentido una petición formal por parte de la CE.

Por su parte, la cofradía de pescadores de San Ginés de Arrecife de Lanzarote ha mantenido en las últimas semanas, entrevistas con el ministro de Pesca de Mauritania, quien se ha mostrado proclive a una solución del problema siempre que la solicitud de introducir variaciones en el acuerdo provenga de la Comunidad.

Prácticamente desde la entrada en vigor del tratado, los artesanales del puerto de La Luz y Arrecife habían amarrado sus barcos y los armadores de la provincia llegaron a acusar al país africano de intentar copar el mercado de las islas con sus importaciones congeladas.

Los armadores canarios han defendido siempre el hecho de que su flota no supone ningún peligro extractivo para los caladeros mauritanos por dedicarse a capturas distintas a las realizadas por los barcos de la República Islámica.