FERIA DE SAN ISIDRO

El número del caballito.

"El número del caballito", como llamaban los aficionados al prólogo de rejoneo con que se programaban, hace años, muchas corridas, es calificativo que ha perdido su sentido. El rejoneo ya no es un número en sentido peyorativo, sino una técnica y un arte muy evolucionados, con un positivo resultado estético, según lo interpreta, en el grabado, el pintor Onésimo Anciones. Y ya no hay tal número-prólogo, sino espectáculo completo, todo a base de lo mismo, que a muchos aficionados no gusta y algunos ni soportan, quizá porque la técnica y el arte del toreo ecuestre, por muy evolucionados que...

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"El número del caballito", como llamaban los aficionados al prólogo de rejoneo con que se programaban, hace años, muchas corridas, es calificativo que ha perdido su sentido. El rejoneo ya no es un número en sentido peyorativo, sino una técnica y un arte muy evolucionados, con un positivo resultado estético, según lo interpreta, en el grabado, el pintor Onésimo Anciones. Y ya no hay tal número-prólogo, sino espectáculo completo, todo a base de lo mismo, que a muchos aficionados no gusta y algunos ni soportan, quizá porque la técnica y el arte del toreo ecuestre, por muy evolucionados que estén, no dan para tanto. El rejoneo tan bueno de hoy, devuelto a su categoría de prólogo de la corrida, ése sí sería espectáculo de primera categoría, al gusto de la afición, y si sabía a poco, mejor para todos.

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