Presos extranjeros de Carabanchel piden una pronta extradición por temor al SIDA

Varios reclusos extranjeros de la prisión de Carabanchel, Madrid, se han dirigido a sus respectivas embajadas para pedir la reducción del tiempo de espera para la extradición. Los internos muestran su temor al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y piden a sus Gobiernos que se interesen por su situación. El director de la prisión, Juan Francisco Fernández Rodríguez, afirma que no existe alarma entre los presos por la enfermedad. El ministro de Justicia, Fernando Ledesma, comparecerá hoy ante el Pleno del Congreso de los Diputados para informar sobre la situación del SIDA en las cárce...

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Varios reclusos extranjeros de la prisión de Carabanchel, Madrid, se han dirigido a sus respectivas embajadas para pedir la reducción del tiempo de espera para la extradición. Los internos muestran su temor al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y piden a sus Gobiernos que se interesen por su situación. El director de la prisión, Juan Francisco Fernández Rodríguez, afirma que no existe alarma entre los presos por la enfermedad. El ministro de Justicia, Fernando Ledesma, comparecerá hoy ante el Pleno del Congreso de los Diputados para informar sobre la situación del SIDA en las cárceles.

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De los 2.200 reclusos de la prisión de Carabanchel, 43 son de nacionalidad alemana, 16 son franceses, 6 belgas y 5 holandeses, según datos proporcionados por la dirección del centro. La mayoría de los estos internos está en prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas.Varios reclusos afirman haber remitido cartas a sus respectivas embajadas, aunque sólo el consulado de los Países Bajos ha confirmado la recepción de estas misivas. A los presos les preocupa la propagación en la cárcel de enfermedades infecciosas, tales como el SIDA, la tuberculosis o la hepatitis.

La embajada de los Países Bajos recibió una carta de súbditos holandeses encarcelados en Carabanchel el 18 de marzo. Dos días después, el jefe de la sección consular, Jaen Spoormaker, se entrevistó con varios presos.

Según Spoormaker, los reclusos holandeses tienen pánico al SIDA. Esta impresión la transmitió personalmente al entonces director de la prisión, Eusebio Hernández. Posteriormente, la embajada ha remitido una carta al director de Instituciones Penitenciarias, Andrés Márquez Aranda, para expresar la preocupación de los internos.

La embajada ha procurado acelerar los trámites de extradición de varios presos: al menos tres reclusos holandeses de Carabanchel han sido extradidos desde mediados de marzo, según Spoormaker. El jefe de la sección consular señaló que la embajada mantiene un seguimiento constante de los aproximadamente 60 súbditos holandeses encarcelados en España.

Medidas preventivas

Spoormaker añadió que confía en que Instituciones Penitenciarias adopte las medidas anunciadas por el director general el 11 de marzo en el Congreso.

Márquez Aranda afirmó en aquella ocasión que se realizará un estudio epidemiológico en la cárceles, se difundirá información entre los presos y se entregarán gratuitamente preservativos para los encuentros vis a vis. Según datos oficiales, el 30% de los reclusos es portador del SIDA. Los presos hablan, sin embargo, de un 64% de reclusos portadores del virus. Señalan, también que en enero de 1987 murieron ocho afectados del SIDA y que otros 153 enfermos del síndrome se encuentran en el hospital Penitenciario.

Juan Francisco Fernández Rodríguez, director de la prisión desde el 2 de abril, restó credibilidad a estas cifras y se refirió a la dificultad para determinar las muertes causadas por el SIDA. Según datos oficiales, en 1986 murieron 16 internos presuntamente afectados por la enfermedad.

Juan Francisco Fernández afirma que no ha descubierto alarmismo entre la población reclusa por el tema del SIDA. "Los internos están bien informados sobre el tema", señaló.

En la prisión de Carabanchel trabaja un equipo de médicos, ATS y psicólogos que informa a los reclusos sobre la prevención y consecuencias del SIDA y sobre las enfermedades de transmisión sexual. También se pueden adquirir preservativos en el economato de la prisión, aunque apenas se venden. Para las relaciones cara a cara se reparten gratuitamente".

Según el director de la prisión, la mayoría de los presos extranjeros prefiere cumplir condena en España.

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