Los bancos de EE UU son los mayores acreedores

Hace ya varios meses, los banqueros de Nueva York marcaron con un círculo rojo una fecha en su calendario: el 1 de marzo. En esta fecha o en torno a ella pensaron que se iba a producir la suspensión de pagos en la deuda externa de Brasil. Pero los brasileños se han adelantado.Los bancos privados norteamericanos son los mayores acreedores de Brasil. Y, entre los nueve grandes, el Citibank se lleva la palma, con un riesgo de 6.500 millones de dólares con Brasil. La decisión del presidente brasileño de suspender los pagos tuvo un efecto inmediato sobre los dos mayores acreedores norteameri...

Hace ya varios meses, los banqueros de Nueva York marcaron con un círculo rojo una fecha en su calendario: el 1 de marzo. En esta fecha o en torno a ella pensaron que se iba a producir la suspensión de pagos en la deuda externa de Brasil. Pero los brasileños se han adelantado.Los bancos privados norteamericanos son los mayores acreedores de Brasil. Y, entre los nueve grandes, el Citibank se lleva la palma, con un riesgo de 6.500 millones de dólares con Brasil. La decisión del presidente brasileño de suspender los pagos tuvo un efecto inmediato sobre los dos mayores acreedores norteamericanos, el Citibank y el Chase Manhattan, cuyos valores perdieron 1,5 dólares por acción el viernes en Wall Street.

Los nueve grandes bancos norteamericanos, que absorben más del 70% de la deuda brasileña, cifrada en 105.000 millones de dólares, están además presos de las reglas crediticias de EE UU. Brasil ha decidido que la moratoria sea indefinida para dejar el camino libre a sus negociadores, en vez de limitarla a 90 días, como se dijo en un principio. Pero si antes de tres meses no hay acuerdo, los bancos norteamericanos deberán considerar esas deudas como pérdidas.

Los bancos europeos esperan con más calma que empiecen las negociaciones. En estos momentos, los bancos privados comerciales de la RFA son los más comprometidos con Brasil. Las entidades Financieras japonesas, por su parte, tienen concedidos créditos por valor de 10.000 millones de dólares. A las entidades españolas la situación no les crea demasiadas preocupaciones, ya que su riesgo no supera los 1.000 millones de dólares. "En los últimos dos años, los bancos españoles han saneado sus carteras con Brasil para minimizar el riesgo, afirmaron fuentes bancarias españolas en Río de Janeiro.