REVUELTA ESTUDIANTIL EN FRANCIA

Chirac anuncia la retirada del proyecto de ley de reforma de la Universidad

El primer ministro francés, Jacques Chirac, anunció ayer a mediodía, en una breve alocución televisiva, la retirada del proyecto de ley conocido por el nombre del ministro de Universidades, ya dimitido, Alain Devaquet. "Ninguna adaptación, por necesaria que sea, de la Universidad puede realizarse sin una amplia adhesión de todas las partes afectadas, y especialmente estudiantes y profesores", aseguró Chirac en su intervención.Aunque el Gobierno retira el conflictivo proyecto de ley, no renuncia, sin embargo, a emprender una reforma de la Universidad que, según el primer ministro, "no puede hac...

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El primer ministro francés, Jacques Chirac, anunció ayer a mediodía, en una breve alocución televisiva, la retirada del proyecto de ley conocido por el nombre del ministro de Universidades, ya dimitido, Alain Devaquet. "Ninguna adaptación, por necesaria que sea, de la Universidad puede realizarse sin una amplia adhesión de todas las partes afectadas, y especialmente estudiantes y profesores", aseguró Chirac en su intervención.Aunque el Gobierno retira el conflictivo proyecto de ley, no renuncia, sin embargo, a emprender una reforma de la Universidad que, según el primer ministro, "no puede hacerse si no es con tranquilidad". "Parece claramente que éste no es el caso hoy en día", dijo Chirac. Y añadió: "Las manifestaciones en curso, con todos los riesgos y los peligros de violencia que conllevan para todos, son la prueba de ello".

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La decisión de Chirac contradice numerosas declaraciones de destacados miembros de su partido, la Asamblea para la República (RPR), y del mismo ministro de Educación Nacional, René Monory, quien dijo la semana pasada que la calle no podía dictar las leyes al Parlamento.

Descontentos

Satisface, en cambio, a casi todo el mundo político, sindical y estudiantil, incluidos sectores muy importantes de su mayoría, y con la única y lógica excepción del ultraderechista Frente Nacional. El ministro de Transportes, Pierre Mehaignerle; el del Interior, Charles Pasqua, y el de Industria, Alain Madelin, no eran partidarios de seguir aguantando el tipo por una ley que no satisface los deseos de liberalización de la Universidad de los sectores más radicales de la mayoría, pero que a la vez encrespa a los estudiantes. Madelin fue el primero en expresar públicamente su opinión. En una entrevista publicada ayer por el diario Le Matin aseguró que la ley "y el movimiento que la rodea no valen la muerte de un hombre".

La retirada de la ley satisface también al presidente de la República, François Mitterrand, que, a pesar de haber demostrado su simpatía, aunque de forma velada, hacia los estudiantes, podía llegar a encontrarse con una situación embarazosa en el difícil equilibrio de la cohabitación con el primer ministro. Su papel de árbitro ha quedado reforzado después de su petición a Chirac el miércoles 3 de diciembre y el sábado por la noche de retirada de la ley.

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El secretario general del partido socialista, por su parte, además de felicitarse por la decisión, ha señalado que, por desgracia ésta se había producido con retraso. Según Lionel Jospin, el día en que el Gobierno debía haber anunciado la retirada de la ley fue el jueves, al término de la manifestación que reunió a medio millón de jóvenes en París. El secretario socialista hizo un llamamiento a los estudiantes para que gestionen su victoria con la misma madurez y responsabilidad con que han dirigido el movimiento.

En las universidades, la noticia de la victoria estudiantil fue acogida con júbilo, pero también con gritos de: "Pasqua, dimisión" y de "Malik, Mallk", en recuerdo del joven fallecido en la madrugada del sábado, después de ser apaleado por la policía.

Millares de jóvenes que llevaban brazaletes y crespones negros se manifestaron ayer en París y en distintas ciudades francesas, siguiendo la jornada de duelo convocada para ayer. En numerosos centros de trabajo se realizaron minutos de silencio y paros simbólicos en respuesta a la convocatoria de las centrales sindicales y de los estudiantes. El único problema que queda pendiente es la actuación de la policía en la disolución de las manifestaciones y el origen de los provocadores que consiguieron crear el pánico en el Barrio Latino con sus violencias, incendios y pillaje. El lanzamiento de granadas con tiro tenso sobre los manifestantes y el apaleamiento de personas caídas en el suelo e indefensas son las imputaciones más graves que han recibido los responsables del orden público. A ello se deben las graves heridas recibidas por dos estudiantes y la muerte de otro.

Comisión parlamentaria

Además de la investigación de oficio que está realizando la Inspección de la policía, la oposición ha pedido la creación de una comisión parlamentaria y los famillares del joven muerto y de los heridos han anunciado su intención de actuar ante los tribunales. Georges Kiejman, uno de los dos abogados de la familia del joven fallecido, Malik Ousseklne, denunciaba ayer en una entrevista a Libération el obstruccionismo que está practicando la fiscalía a su propósito de interponer demanda por la muerte del muchacho. "¿Habría muerto Malik si no le hubieran apaleado?", ha declarado Kiejman. La fiscalía, en cambio, invierte el problema, preguntándose: ¿Habría muerto Malik si no hubiera estado enferrno?". El abogado Kiejman representa también la parte civil en el proceso contra el ciudadano libanés Georges Ibrahim Abdala, presunto dirigente de las Fracciones Armadas Revolucionarias de Líbano y acusado del asesinato de un diplomático norteamericano y de otro israelí.

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