Perú propone pagar la deuda externa 'vieja' en 50 años

El primer ministro de Perú, Luis Alva Castro, propuso ayer una nueva fórmula de pago de la deuda externa de América Latina que distinga entre la denominada deuda vieja y la que se solicita de nuevo para fines de renegociación. Sobre la primera, el funcionario peruano dijo que se podría pagar en 50 años con un tipo de interés simbólico, no superior al 2%.Alva Castro, que es también ministro de Finanzas del Gobierno de Alan García, participó ayer en un coloquio organizado por las Naciones Unidas para estudiar la crisis de la economía mundial y su impacto sobre los países menos desarrollad...

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El primer ministro de Perú, Luis Alva Castro, propuso ayer una nueva fórmula de pago de la deuda externa de América Latina que distinga entre la denominada deuda vieja y la que se solicita de nuevo para fines de renegociación. Sobre la primera, el funcionario peruano dijo que se podría pagar en 50 años con un tipo de interés simbólico, no superior al 2%.Alva Castro, que es también ministro de Finanzas del Gobierno de Alan García, participó ayer en un coloquio organizado por las Naciones Unidas para estudiar la crisis de la economía mundial y su impacto sobre los países menos desarrollados. En el coloquio participó el profesor y economista norteamericano John Kenneth Galbraith, que opinó que la deuda del Tercer Mundo "es imposible de pagar, hoy por hoy".

El primer ministro peruano planteó la idea del pago de la deuda externa del Tercer Mundo en 50 años, con una distinción entre las tasas de interés para aquella que se remonta a antes de la crisis de 1982 y la negociada posteriormente. La primera estaría sujeta a tasas de interés especiales, mientras que la nueva se pagaría en función de tipos de mercado.

Alva Castro, que admitió que existía resistencia por parte de la banca internacional a la aceptación de estas ideas de condiciones especiales en los pagos, manifestó que era necesario también que los bancos modifiquen la denominada condicionalidad en la concesión de los préstamos, que obliga a los países deudores a negociar previamente con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Deben ser los países deudores los que establezcan libremente su propio destino y sus fórmulas de pago, en función de las circunstancias económicas particulares", dijo.

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