Un fuerte contigente de policías protege a Felipe González en su viaje a Ecuador, Perú y Cuba

El viaje que inició esta madrugada Felipe González a Ecuador, Perú y Cuba ha obligado a constituir el mayor dispositivo de seguridad en torno al presidente del Gobierno de todos los desplegados hasta ahora en sus visitas al extranjero. Más de medio centenar de agentes altamente especializados protegerán el viaje, sobre todo durante su estancia en Lima, donde la violencia terrorista protagonizada por el grupo maoísta Sendero Luminoso ha obligado al Gobierno peruano a decretar el toque de queda. González llega hoy a Ecuador, donde permanecerá hasta el martes 11, y desde allí se desplazará a Lima...

El viaje que inició esta madrugada Felipe González a Ecuador, Perú y Cuba ha obligado a constituir el mayor dispositivo de seguridad en torno al presidente del Gobierno de todos los desplegados hasta ahora en sus visitas al extranjero. Más de medio centenar de agentes altamente especializados protegerán el viaje, sobre todo durante su estancia en Lima, donde la violencia terrorista protagonizada por el grupo maoísta Sendero Luminoso ha obligado al Gobierno peruano a decretar el toque de queda. González llega hoy a Ecuador, donde permanecerá hasta el martes 11, y desde allí se desplazará a Lima. En la capital peruana estará hasta el jueves 13, día que se trasladará a La Habana, para regresar a Madrid el 17.

En medios oficiales se ve este largo viaje latinoamericano del presidente del Gobierno con un moderado optimismo, señalando que el viaje tiene su parte más cómoda en Ecuador, primera etapa, y su parte más comprometida y difícil, en Perú, segunda escala.Aunque en medios oficiales se nieguen a facilitar información sobre el reforzamiento de las medidas de seguridad en torno al presidente, señalando que "todo es normal", existe una profunda preocupación por la etapa peruana del viaje. Un despliegue de seguridad similar en torno a Felipe González fue diseñado el pasado mes de enero durante su viaje a La Haya, donde se entrevistó con el entonces primer ministro israelí Simón Peres, con motivo del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel.

Con independencia del importante dispositivo, de seguridad que las autoridades peruanas han montado para la visita del presidente español, un numeroso y selecto grupo de agentes españoles controlará de cerca todos los movimientos de Felipe González, así como el lugar de su alojamiento y los locales que visite.

Medio centenar de agentes

Si bien no se puede especificar una cifra, por razones obvias, se calcula en más de medio centenar los policías que van a participar en la visita del presidente. Unos viajaron antes a cada capital -Quito, Guayaquil, Lima y La Habana-, para examinar, junto a policías locales, los alojamientos, rutas y lugares del programa de la visita. Otro contingente viajará con González, y trabajará en las cercanías de sus movimientos. Finalmente, otro grupo de agente sestá pegado al presidente y le acompaña en todos sus desplazamientos. Es la guardia pretoriana de Felipe González.Aunque por razones de seguridad no se ofrezca ningún tipo de información sobre este tema, se puede decir que en el despliegue se incluyen geo, expertos en explosivos y otros especialistas equipados con sofisticados equipos de detección de metales, barredores microfónicos y otros instrumentos electrónicos.

Los niveles de seguridad que se adoptan en los desplazamientos del presidente a países extranjeros dependen de las características y situación interna de cada país a visitar. En el caso de esta gira latinoamericana, Ecuador y Cuba no ofrecen ningún motivo de preocupación especial en materia de seguridad, y solamente por la estancia en Lima ha sido montado un dispositivo especial.

Durante sus viajes a países cercanos, los servicios de seguridad de la Moncloa envían incluso un coche blindado para los desplazamientos de Felipe González. Tal fue el caso de la última visita del presidente a Guimaráes, en el norte de Portugal, donde asistió a la cumbre hispano-portuguesa en compañía del primer ministro, Aníbal Cavaco Silva. Un Mercedes azul blindado fue desplazado previamente a la ciudad portuguesa para los cortos trayectos de González, entre el aeropueto de Oporto y el parador donde se celebró la reunión, utilizando solamente ese coche en uno de los trayectos. El regreso al aeropuerto de Oporto lo hizo en un BMW 735i del primer ministro portugués.