Los hombres escriben los guiones

GONZALO RODRÍGUEZ"No hay buenos papeles en el cine para actrices", reconoce Concha Velasco ante la Prensa acreditada en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, "es lo que pasa en la sociedad; al fin y al cabo la mayoría de los guiones los escriben los hombres". La seminci dedica a Concha Velasco en esta edición un homenaje especial: un ciclo que recoge lo más destacado, en la carrera -cerca de 80 películas, 32 años de profesión- de una de las cómicas más versátiles y completas de nuestro cine. Constatar la escasez de guiones que le van bien no desanima a una corredora de fondo qu...

GONZALO RODRÍGUEZ"No hay buenos papeles en el cine para actrices", reconoce Concha Velasco ante la Prensa acreditada en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, "es lo que pasa en la sociedad; al fin y al cabo la mayoría de los guiones los escriben los hombres". La seminci dedica a Concha Velasco en esta edición un homenaje especial: un ciclo que recoge lo más destacado, en la carrera -cerca de 80 películas, 32 años de profesión- de una de las cómicas más versátiles y completas de nuestro cine. Constatar la escasez de guiones que le van bien no desanima a una corredora de fondo que rememora sus orígenes con ternura ("empecé como bailarina, después hice muchos papeles como doncella y más tarde fui la eterna chica de las películas: la chica de la Cruz Roja, la de Valladolid... y así hasta Tormento") y dónde está: "Soy consciente de mi posición. No me va a llamar Spielberg ni lo deseo. No sacrificaría por ello mi situación familiar".

Se muestra tan vital como siempre: "Me gusta vivir la vida, interpretar es vivir, creérselo y poner intuición". Confiesa la, edad, 47 el mes que viene, sin que nadie se lo pregunte, y ya metida. en confidencias, descubre veleidades literarias intimamente: ocultas: "Yo escribo desde pequeñita, un diario y guiones; todo el mundo tiene aquí un guión, bajo el brazo".

Alguien relaciona el diario con las revistas del corazón, pero ella defiende su intimidad: "Hay cosas que no se pueden contar nunca porque dejarían de ser parte de nuestra vida. Me gustaría hacer un diario como el de Liv Ullman, pero lo de los novios que he tenido, que parece que es lo que interesa, pues ya se sabe", dice, entre risas.

Derrocha gratitud para todos los actores y directores con quienes trabajó, aunque admite que en la relación actriz-director hay tensiones ("he llorado muchas veces", reconoce al evocarlo) y la muchachita de Valladolid des grana recuerdos de esta ciudad suya que ahora rinde tributo a una carrera hecha de paro trabajo: "Sé que a los cuatro años subí por primera vez al escenario del teatro Calderón y que bailaba en el Campo Grande. Me han dicho que era interesadilla y pedía a la gente que me echara perras".