Portugal podrá limitar las compras de acero español

La Comisión Europea concedió ayer a Portugal dos cláusulas de salvaguardia, una de ellas destinada a protegerle de la invasión de productos siderúrgicos españoles desde su ingreso en la Comunidad Europea (CIE) y otra que le permitirá frenar las importaciones de neveras fabricadas en los doce.

Tras el fracaso, a mediados de septiembre, de una reunión tripartita con representantes españoles, lusos y del órgano ejecutivo europeo, el Gobierno de Lisboa solicitó a principios de octubre la aplicación, hasta que concluya la reestructuración de la siderurgia en España, de la claúsula de salvagu...

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La Comisión Europea concedió ayer a Portugal dos cláusulas de salvaguardia, una de ellas destinada a protegerle de la invasión de productos siderúrgicos españoles desde su ingreso en la Comunidad Europea (CIE) y otra que le permitirá frenar las importaciones de neveras fabricadas en los doce.

Tras el fracaso, a mediados de septiembre, de una reunión tripartita con representantes españoles, lusos y del órgano ejecutivo europeo, el Gobierno de Lisboa solicitó a principios de octubre la aplicación, hasta que concluya la reestructuración de la siderurgia en España, de la claúsula de salvaguardia prevista en su Tratado de Adhesión a la CE para el alambrón, los redondos de hormigón, las barras de hierro o acero obtenidas en caliente y perfiles de hierro o acero obtenidos de la misma forma.Junto con la petición portuguesa figuraban varios cuadros estadísticos sobre el aumento de las ventas del alambrón español en un 128% durante los seis primeros meses el año en curso en relación con el anterior. Las importaciones pasaron de 13.900 toneladas en 1985 a 8.100 durante la primera mitad de 1986. Curiosamente, España se beneficia desde principios de mes de otra claúsula de salvaguardia que le permite limitar drásticamente las compras en el extranjero de ese mismo producto siderúrgico.

Las demás estadísticas proporcionadas por la representación lusa ante la CE son aún más ilustrativas del auge de las ventas españolas. Las de redondos de hormigón y barras de hierro o acero se han incrementado durante el mismo período en un 388% y las de los perfiles en un 753%.

En su argumentación, los portugueses señalan que los precios de los productos españoles son inexplicablemente inferiores entre un 17% y un 24% a los que practica su industria nacional también sometida a una reestructuración que originará próximamente la pérdida de unos 2.000 empleos.

La respuesta de la Comisión es favorable a la petición de Lisboa, pero pone un límite de tiempo, hasta el 31 de diciembre de 1986 en lugar de los tres años solicitados, para la aplicación de la cláusula. El Ejecutivo europeo fija también unos topes a las importaciones lusas de alambrón español, redondos de hormigón y barras y perfiles que no deberán rebasar hasta finales de año las 1.350, 2.300 y 286 toneladas respectivamente.

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