Shultz y Shevardnadze fracasan en el intento de fijar una fecha para la 'cumbre' entre Reagan y Gorbachov

Estados Unidos y la Unión Soviética fracasaron en el intento de resolver el caso Daniloff y no consiguieron establecer una fecha para una nueva cumbre entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el líder soviético, Mijail Gorbachov, después de 14 horas de discusiones, "productivas, pero tensas", celebradas a lo largo de este fin de semana en Washington. Las dos superpotencias lograron, sin embargo, en estos dos días ciertos progresos en temas de seguridad y control de armamentos. La reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, George Shultz y Edvard Shevardnadze, co...

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Estados Unidos y la Unión Soviética fracasaron en el intento de resolver el caso Daniloff y no consiguieron establecer una fecha para una nueva cumbre entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el líder soviético, Mijail Gorbachov, después de 14 horas de discusiones, "productivas, pero tensas", celebradas a lo largo de este fin de semana en Washington. Las dos superpotencias lograron, sin embargo, en estos dos días ciertos progresos en temas de seguridad y control de armamentos. La reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, George Shultz y Edvard Shevardnadze, concluyó a medianoche del sábado (hora peninsular) sin mi apretón de manos público, con la impresión de que el espirítu de Ginebra, alimentado por la primera cumbre ReaganGorbachov, celebrada el pasado noviembre, se ha esfumado.

Shultz confirmó tras las discusiones que la "nube" del caso Daniloff impide celebrar una reunión fructífera al máximo nivel, aunque añadió que pueden realizarse preparativos. "En este contexto, han sido discutidos temas durante estos días". Para el secretario de Estado, las reuniones han ofrecido "un considerable potencial de progreso", que no podrá completarse, sin embargo, sin la rápida liberación del periodista retenido en Moscú. Shevardnadze destacó aproximaciones de puntos de vista en el tema de los misiles de alcance intermedio desplegados en Europa, en medidas de confianza para evitar un conflicto bélico que están a punto de lograrse en Estocolmo -y que son el primer acuerdo importante entre el Este y el Oeste desde los acuerdos Salt II de 1979- y en la cuestión de las pruebas nucleares, cuya prohibición pide la URSS.La frialdad con que el secretario de Estado relató a los periodistas el resultado ole los encuentros fue superada por la dureza del tono antiamericano empleado por Shevardnadze en una conferencia de prensa celebrada en la Embajada Soviética. El jefe de la diplomacia de la URS S calificó ole "ilegal, irresponsable y provocadora" la decisión norteamericana de expulsar a 25 diplomáticos de la misión soviética en las Naciones Unidas. Aunque no calificó a Danoliff de espía, como lo hizo el viernes el propio Gorbachov, dijo que es un obstáculo artificialmente creado por una "mano maliciosa". Pero precisó que existe "una posibilidad de resolverlo de una rnanera mutuamente aceptable para ambos países'". Se desconoce si durante estos dos días se ha discutido alguna fórmula concreta para solucionar este incidente.

"Desafortunadamente hemos tenido que advertrir a Estados Unidos" afirmó Shevardnadze, "de que es inadmisible alimentar tensiones en nuestras relaciones". A pesar de esta retórica, el ministro soviético dijo que en las reuniones del viernes y el sábado "ha prevalecido el sentido común y el reconocimiento de que el lenguaje de presión y ultimátum no es adecuado". Shevardnadze, que calificó las discusiones de "sustanciales y constructivas", explicó que se han establecido bases para celebrar una cumbre. "Una parte sustancial del trabajo preparatorio para una reunión al máximo nivel ha sido realizado aquí". Ésta fue prácticamenta la única parte positiva de la intervención de Shevardnadze que, refiriéndose a los diplomáticos soviéticos en la ONU advirtió a Estados Unidos que "si cree que puede actuar impune y arbitrariamente comete un error. Este acto, si se confirma, no quedará sin consecuencias, pero no actuaremos, sin embargo, emocionalmente".

Para zafarse del callejón, sin salida aparente por ahora, del caso Daniloff, la URSS sorprendió el sábado a Estados Unidos al presentar nuevas propuestas de Gorbachov sobre control de armamentos que, en opinión soviética, podrían servir de base para una nueva cumbre. "No descarto la posibilidad de que todavía podamos encontrarnos y firmar algo", dijo ayer Gorbachov.

Gorbachov y el acuerdo

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El líder soviético afirmó el viernes, en una gira por regiones agrícolas de la URSS, que una nueva cumbre debe servir para "alcanzar un acuerdo de prohibición de pruebas atómicas y para desmantelar los misiles de alcance intermedio de EE UU y la URSS en Europa". Se cree que estas ideas se contienen en la carta que Shevardnadze entregó' el viernes a Reagan.

EE UU ha sugerido su disposición a reducir los euromisiles a un número simbólico, muy inferior a las 420 cabezas nucleares que hasta 2diora fijaba Washington para cada superpotencia. Gorbachov pidió que la cumbre sirva para firmar un tratado "que acuerde que las armas nucleares no serán probadas y perfeccionadas". Las posibilidades de que EE UU acepte una, prohibición de pruebas atónlicas son por el momento, sin embargo, muy remotas, dijeron fuentes gubernamentales.

Shevardnadze, que había sido llamado el viernes a la Casa Blanca para escuchar una filípica de Reagan sobre el asunto Daniloff, respondió con una carta del líder del Kremlim. La misiva, cuyo contenido no ha sido revelado, es al parecer la contestación a las propuestas hechas por Reagan el pasado julio en respuesta a otras anteriores de la URSS. La Casa Blanca admitió que la carta de Gorbachov llegará acambiar el discurso que Reagan pronunciará mañana en la ONU, después de que los expertos, norteamericanos analicen durante el fin de semana las propuestas soviéticas.

Shultz y Shevardnadze volvieron a reunirse ayer en un intento de establecer un terreno común suficiente en materia de control de armamentos que justificaría una nueva cumbre. La reunión de la mañana, que comenzó a las diez, hora de Washington (cuatro de la tarde hora peninsular española) fue un nuevo cara a cara entre los dos políticos, con Shultz volviendo a insistir en la inmediata liberación de Daniloff.

Shevardnadze repitió que se está haciendo demasiado ruido con este caso, que no debe condicionarse al avance en los temas importantes de la relación bilateral. El soviético esgrimió para responder a Shultz la "mala voluntad" de EE UU con su decisión de expulsar a 25 diplomáticos de la misión de la URSS en la ONU.

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