LA LIDIA / ALBACETE

Hijos del montaje

Bohórquez / Litri, Camino, CepedaSe esperaba con expectación en Albacete el debú de los hijos de Litri y Camino, que ayer al menos fueron además hijos del montaje. El montaje en los toros, es casi tan antiguo como la misma fiesta, aunque anidó con más fuerza en los años sesenta con el nefasto Manuel Benítez. Con él torearon Camino y Litri, padres, que ayer debieron recordar viejos tiempos.La afición de Albacete, que no es tonta, también recordó que los hijos han lidiado en otras ferias novilladas mucho mayores, les han podido y han triunfado con ellas. De ahí el cabreo por haber ...

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Bohórquez / Litri, Camino, CepedaSe esperaba con expectación en Albacete el debú de los hijos de Litri y Camino, que ayer al menos fueron además hijos del montaje. El montaje en los toros, es casi tan antiguo como la misma fiesta, aunque anidó con más fuerza en los años sesenta con el nefasto Manuel Benítez. Con él torearon Camino y Litri, padres, que ayer debieron recordar viejos tiempos.La afición de Albacete, que no es tonta, también recordó que los hijos han lidiado en otras ferias novilladas mucho mayores, les han podido y han triunfado con ellas. De ahí el cabreo por haber sido elegidos para este simulacro de festejo.

Agravio comparativo

Cuatro novillos de Bohórquez y dos quinto y sexto de Flores Albarrán

Todos escasísimos de trapío, excepto el cuarto, y nobles. Litri. Ovación. Un aviso y vuelta. Rafi Camino. Silencio. Ovación. Fernando Cepeda, Ovación en los dos.Albacete, 16 de septiembre. Octava de feria.

Y para que todo cuadre, el tercer espada es apoderado por la empresa albacetense, Camará-Pedrés. Dándose además el agravio comparativo de que esta empresa en la novillada que inauguró la feria echó una peligrosa mansada para estrellar a tres novilleros locales.Durante toda la tarde se simuló la suerte de varas con un puyacito, y los novilleros anduvieron sueltos, fáciles y toreando de salón. Litri le echó sus acostumbradas ganas y lució en el cuarto, el único presentable, a base de jugársela con emoción y arrebatando a los tendidos. Cómo sería el que abrió plaza, que Litri de rodillas era más alto que el animal.

Camino abrevió con el segundo, sospechoso de pitones, y que se quedaba a mitad de la suerte. Al negro entrepelao quinto, el más pequeño de la tarde, más propio de una fiesta campera para jubilados, lo toreó con arte y elegancia, pero sin transmitir por la enanez de semejante cucaracha. Fernando Cepeda tiene un buen sentido del temple, aunque a veces se deja cortos a los novillos, lo que le costó varios revolcones. No obstante, demostró estar tan puesto como sus placeados compañeros.

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