Tribuna:

Libertad

Ronald Reagan y los suyos parecen dispuestos a festejar con todo énfasis el aniversario de la Libertad estadounidense. O sea, el centenario de la estatua. A los reaccionarios de Estados Unidos no les basta el magno espectáculo de los veleros y el láser; movidos por un talante preciosista y ecuménico, los tipos han decidido ampliar la juerga y la diversión por todo el mundo. Por ejemplo, acaban de votar un fondo de 100 millones de dólares para enviar fuegos artificiales a los sandinistas. Son 14.000 millones de pesetas de ayuda a la contra, con los que se puede organizar una traca estupe...

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Ronald Reagan y los suyos parecen dispuestos a festejar con todo énfasis el aniversario de la Libertad estadounidense. O sea, el centenario de la estatua. A los reaccionarios de Estados Unidos no les basta el magno espectáculo de los veleros y el láser; movidos por un talante preciosista y ecuménico, los tipos han decidido ampliar la juerga y la diversión por todo el mundo. Por ejemplo, acaban de votar un fondo de 100 millones de dólares para enviar fuegos artificiales a los sandinistas. Son 14.000 millones de pesetas de ayuda a la contra, con los que se puede organizar una traca estupenda, con cohetes y petardos de los auténticos, de esos que explotan en los pulsos y que ponen una eternidad de estrellas negras en los ojos de quienes los reciben. Es un regalo muy rumboso, si tenernos en cuenta que el nicaragüense es un pueblo pobre, débil y hambriento, un pueblo que jamás podría pagarse un espectáculo tan luminoso, una muerte tan moderna 31 reluciente.Otrosí, los ultras reaganianos han instituido un comisariado de festejos para vigilar el rendimiento de los jugos íntimos, no vaya a ser que con el frenesí de la celebraciones a la gente le dé por desperdiciar su semen, por malgastarlo sin más ni más contra natura. De modo que han rescatado una bonita tradición medieval y el Tribunal Supremo ha empezado a castigar como se debe a todos esos guarros que practican el sexo más allá o más acá del rincón puramente procreativo. Desde luego, los homosexuales son los primeros que han de ir en fila india hacia la pira, pero tambien los heteros son merecedores de 20 años de carcel si se les ocurre ponerse imaginativos y buscar el gozo en cavidades no ortodoxas. Ha habido norteamericanos a quienes les ha sentado mal esta medida, pero no hay que hacerles ni caso, porque deben de ser unos marranos.

De modo que así están las cosas. Cuando el cielo de Nicaragua se ilumine de palmeras sangrientas o cuando descubras que el vigilante de tus desviaciones genitales se ha escondido subrepticiamente bajo tu cama, no te sorprendas: recuerda que estamos festejando los 100 años de la Libertad americana.

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