Detenciones masivas y estado de emergencia en Suráfrica
El Gobierno de Pieter Botha impuso ayer el estado de emergencia en toda Suráfrica, con el supuesto objeto de impedir actos de "terror y sabotaje" durante la jornada del próximo 16 de junio, en que se conmemora el estallido de violencia ocurrido hace 10 años en el gueto negro de Soweto. La misma medida fue adoptada por Pretoria el pasado 21 de julio, si bien entonces estuvo limitada a las regiones de Johanesburgo, Puerto Elisabeth y, posteriormente, si la región del Cabo.
Horas antes de que el estado de emergencia entrara en vigor, un minuto después de la medianoche de ayer, las fuerzas ...
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El Gobierno de Pieter Botha impuso ayer el estado de emergencia en toda Suráfrica, con el supuesto objeto de impedir actos de "terror y sabotaje" durante la jornada del próximo 16 de junio, en que se conmemora el estallido de violencia ocurrido hace 10 años en el gueto negro de Soweto. La misma medida fue adoptada por Pretoria el pasado 21 de julio, si bien entonces estuvo limitada a las regiones de Johanesburgo, Puerto Elisabeth y, posteriormente, si la región del Cabo.
Horas antes de que el estado de emergencia entrara en vigor, un minuto después de la medianoche de ayer, las fuerzas de seguridad allanaron las viviendas de numerosos activistas anti-apartheid, clérigos y líderes sindicales. Al final de la jornada de ayer, unas 1.200 personas habían sido detenidas. Paralelamente, entraron en vigor medidas restrictivas de la libertad de prensa, en virtud de las cuales se produjo el secuestro de ejemplares de una serie de publicaciones contrarias a la política de apartheid.El presidente surafricano, Pieter Botha, en un dramático discurso dirigido a las tres cámaras del Parlamento -ocupadas, respectivamente, por los blancos, los indios y los mestizos o coloureds-, en Ciudad del Cabo, afirmó que en el origen de las amenazas de violencia se encuentra el Congreso Nacional Africano (ANC), la organización que vertebra las protestas de la mayoría negra. La iniciativa presidencial, previsible desde el pasado fin de semana, es también una respuesta al informe del grupo de notables de la Commonwealth, publicado ayer en Londres, en el que se solicita la adopción de sanciones contra Suráfrica.
La Casa Blanca denunció ayer, por su parte, que "las medidas represivas" adoptadas por Pretoria "constituyen un grave error". Sin embargo, Washington mantiene su oposición a la adopción de sanciones, al tiempo que llama a la moderación a las partes enfrentadas.
Los 12 miembros de la Comunidad Europea cerrarán sus embajadas en Suráfrica todo el día, el 16 de junio, a propuesta de la República Federal de Alemania, según informó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país.
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La legislación de excepción h sido impuesta por un plazo d tiempo ilimitado, si bien Both dijo ayer en su discurso que esperaba que la emergencia pudiera ser levantada en breve.De acuerdo con las leyes que rigen el estado de emergencia en Suráfrica, la policía y el Ejército tienen ahora el derecho de detener a cualquier persona sin mandato judicial previo ni límite de tiempo. También pueden hacerse cargo de la gestión y el funcionamiento de ciertos servicios esenciales, así como imponer el toque de queda en las zonas en las que se considere necesario.
Además, las fuerzas de seguridad surafricanas disponen de inmunidad frente a cualquier tipo de acción judicial, en relación con las medidas que adopten en aplicación del estado de emergencia; las leyes prohíben que los periodistas fotografíen o filmen disturbios, e impiden que cualquier ciudadano haga declaraciones que "fomenten o promuevan la aplicación de sanciones (...) contra la República de Suráfrica".
Desmond Tutu, el arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo galardonado con el Premio Nobel de la Paz el pasado año, que ayer visitó el devastado campamento de chabolistas de Crossroads, manifestó que la imposición del estado de emergencia "es la vieja respuesta del puño de hierro, la vieja creencia de que es posible golpear a pueblo hasta someterlo".
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