Expulsión de tres cooperantes españoles

Tres cooperantes españoles y cuatro de la República Federal de Alemania (RFA) fueron expulsados el martes de Costa Rica con dirección a Managua, tras manifestarse el lunes en San José contra los inseguridad con que tropieza su trabajo en Nicaragua, debido a las acciones de los grupos antisandinistas que operan desde Honduras y Costa Rica.Los cooperantes, que no han querido identificarse, se encadenaron a la verja de la catedral de la capital costarricense en señal de "protesta pacífica" contra el secuestro de ocho compañeros suyos alemanes, el pasado 17 de mayo, y el asesinato de un ATS españo...

Tres cooperantes españoles y cuatro de la República Federal de Alemania (RFA) fueron expulsados el martes de Costa Rica con dirección a Managua, tras manifestarse el lunes en San José contra los inseguridad con que tropieza su trabajo en Nicaragua, debido a las acciones de los grupos antisandinistas que operan desde Honduras y Costa Rica.Los cooperantes, que no han querido identificarse, se encadenaron a la verja de la catedral de la capital costarricense en señal de "protesta pacífica" contra el secuestro de ocho compañeros suyos alemanes, el pasado 17 de mayo, y el asesinato de un ATS español, siete días después.

El viceministro de Seguridad Pública, coronel Rogelio Castro, declaró que los cooperantes, a los que acusó de comunistas, habían llegado a Costa Rica "para plantear problemas de seguridad".

Los cooperantes expulsados, por su parte, acusaron ayer en una conferencia de prensa en Managua a las autoridades de San José de "robo y expulsión" y denunciaron los "malos tratos" que recibieron de parte de las autoridades de Costa Rica.

Los cooperantes, voluntarios que prestan servicios de ayuda social en Nicaragua, señalaron que fueron acosados por la policía y "provocadores profesionales" de Costa Rica durante su acción de protesta. Indicaron que, tras ser arrestados, fueron encerrados en celdas de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) y que posteriormente fueron trasladados a las dependencias de la Policía Metropolitana. En ambos locales fueron objeto de malos tratos y amenazas de los guardias, según denunciaron. Asimismo, afirmaron que las autoridades de San José les "robaron objetos personales, dinero en efectivo, libretas de apuntes y correspondencia particular", que en ningún momento les fueron devueltos.