El comerciante donó todos sus órganos vitales
La familia de Fernando Recio, de acuerdo con la voluntad del joyero muerto en el curso de un atraco, donó todos sus órganos vitales para su utilización en posibles trasplantes. Unas 5.000 personas asistieron al entierro del comerciante, que se celebró el 20 de diciembre en medio de un clima emotivo y tenso. Ese día, el-comercio de la localidad cerró en su mayoría para reclamar mayores medidas de seguridad. Recio fue calificado entonces por sus amigos y familiares como "un joven fundamentalmente bueno".
La esposa del fallecido, que había presenciado la muerte de éste, avisó cuando le...
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La familia de Fernando Recio, de acuerdo con la voluntad del joyero muerto en el curso de un atraco, donó todos sus órganos vitales para su utilización en posibles trasplantes. Unas 5.000 personas asistieron al entierro del comerciante, que se celebró el 20 de diciembre en medio de un clima emotivo y tenso. Ese día, el-comercio de la localidad cerró en su mayoría para reclamar mayores medidas de seguridad. Recio fue calificado entonces por sus amigos y familiares como "un joven fundamentalmente bueno".
La esposa del fallecido, que había presenciado la muerte de éste, avisó cuando le trasladaban en una ambulancia al hospital que su esposo siempre había expresado su intención de donar todos sus órganos si alguna vez le pasaba algo.
El corazón del joyero fue trasladado en helicóptero.hasta el hospital Puerta de Hierro, de Madrid, donde le fue trasplantado a un enfermo procedente de Segovia. Los riñones fueron trasplantados en el centro médico nacional Marqués de Valdecilla, de Cantabria, a María Luisa Costa, de 51 años de edad, y a un joven de 30 años. De los ojos se hizo cargo el banco de córneas del hospital Clínico Universitario de Valladolid. Se hicieron también gestiones con algunas clínicas catalanas para una posible donación del hígado, que al final no se realizó.