Los representantes españoles ven poco probable que el Parlamento Europeo decida abolir las corridas de toros

Un grupo de parlamentarios europeos, encabezado por el conservador británico Richard Cottrell, ha propuesto la prohibición de las corridas de toros. El Parlamento Europeo tiene atribuciones para ordenar su abolición, pero, según los eurodiputados españoles consultados, no lo hará. Cottrell arremetió ayer de nuevo, esta vez ante la Comisión Europea, clamando por la inmoralidad que, según él, supone que la Comunidad acepte dinero de los toros a través del IVA. Para Cottrell, esto es como aceptar "un impuesto de crueldad".

El Parlamento Europeo no abolirá las corridas de toros porque, adem...

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Un grupo de parlamentarios europeos, encabezado por el conservador británico Richard Cottrell, ha propuesto la prohibición de las corridas de toros. El Parlamento Europeo tiene atribuciones para ordenar su abolición, pero, según los eurodiputados españoles consultados, no lo hará. Cottrell arremetió ayer de nuevo, esta vez ante la Comisión Europea, clamando por la inmoralidad que, según él, supone que la Comunidad acepte dinero de los toros a través del IVA. Para Cottrell, esto es como aceptar "un impuesto de crueldad".

El Parlamento Europeo no abolirá las corridas de toros porque, además de que previamente tendría que efectuarse un larguísimo y complicado trámite procesal, la directiva habría de englobar otras fiestas, usos y costumbres de Europa. Por ejemplo, la caza en todas sus modalidades; el apaleamiento de focas para cobrar su piel; la pesca; deportes tan cruentos como la caza del zorro y del ciervo con perros; determinado tipo de cría de ocas, y todas aquellas actividades en las que los animales son involuntario objeto de diversión y manipulación por parte del hombre.La Liga Italiana para los Derechos del Animal ha emprendido una campaña de recogida de firmas, que pretende extender a otros países europeos, con el propósito de que sean abolidos todos los espectáculos, deportes o modalidades de esparcimiento en los que se torture o mate a animales. Por otra parte, un grupo de parlamentarios europeos, encabezado por el conservador británico Richard Cottrell, ha presentado en el Parlamento Europeo una moderada propuesta de resolución cuyo objetivo final es la supresión de las corridas. La firman, con Cottrell, los parlamentarios Ian Paisley, Bombard, señora Maij-Weggen, Ewig, Anastasopoulos, Pearce, Huckfield y Ken Stewart.

Cualquier miembro del Parlamento Europeo puede hacer, por propia iniciativa, las consultas o proposiciones que estime convenientes, y en uso de esta facultad Richard Cottrell preguntó si en los programas de apoyo a la agricultura española han sido incluidas las ganaderías de bravo y caballar que se destinan a las corridas de toros. Se le respondió que tales cuestiones no han sido abordadas hasta el momento, y manipuló la contestación, haciendo llegar a diversos medios de comunicación la noticia de que la Comunidad Europea ha dado garantías de que no fomentará la fiesta de los toros. En cuanto a la demanda realizada por Cottrell ante la Comisión Europea en relación al IVA de las entradas de los toros, dicha Comisión respondió ayer que moralidad y régimen fiscal son cosas diferentes", informa France Press.

En opinión del parlamentario español del Grupo Popular Luis Guillermo Perinat, Cottrell busca popularidad, enarbola la bandera antitaurina para su particular promoción, y esta campaña no, tiene apoyo ni siquiera entre sus compañeros conservadores ingleses. Del mismo parecer es el parlamentario socialista José Cabrera Bazán, quien asegura que los conservadores ingleses consideran una locura la proposición de resolución antes mencionada.

Un largo proceso

Una vez presentada la proposición, la mesa del Parlamento ha de someterla a estudio y determinar si la remite a la comisión de Agricultura o a la de Cultura. Una vez el documento llega a la comisión elegida, ésta lo estudia y acuerda si lo admite o no a trámite para su posterior traslado al pleno, que es el órgano máximo de decisión del Parlamento. En el supuesto, muy poco probable, de que la proposición prosperara hasta completar la totalidad del largo trámite procesal -al cabo de dos años o, presumiblemente, aún más-, llegaría a la comisión, que es el Consejo de Ministros europeo. Ésta podría promulgar una directiva ordenando a los países donde se celebran corridas de toros -España, Portugal y Francia- la abolición del espectáculo.

Sin embargo, la propuesta de resolución que firman Cottrell, Paisley y otros parlamentarios ni siquiera llega a ser tan drástica en sus peticiones. Según informa Cabrera Bazán, expone que en España, Portugal y sur de Francia se celebran habitualmente festejos taurinos con una organización a gran escala que lleva aparejadas importantes campañas publicitarias, produciendo la inquietud de muchos ciudadanos por la crueldad, del espectáculo y efectos negativos en la cultura. Los firmantes son conscientes -según reconocen en el documento- de que este espectáculo tiene una importante incidencia en el empleo, en la crianza del ganado y en ciertas parcelas de la economía, sobre todo en las zonas rurales, y solicitandel Parlamento que se efectúe un análisis profundo de todos los aspectos de este problema. Eso es todo cuanto piden.

Tanto José Cabrera como Luis Guillermo Perinat aseguran que, en caso de que la proposición fuera admitida a trámite, sus grupos respectivos, y por supuesto ellos mismos, defenderían la fiesta de los toros, con muchas probabilidades de éxito, pues tienen argumentos sobrados para demostrar la necesidad de su pervivencia. Y que, en cualquier caso, el Parlamento Europeo nunca emitiría una directiva descalificadora exclusiva contra este espectáculo, sino que englobaría otras muchas costumbres y fiestas de los pueblos de Europa.

Curiosamente, el conservador Perinat y el socialista Cabrera tienen antecedentes taurinos y son aficionados a los toros. Perinat poseyó ganadería de reses bravas; Cabrera, que entre sus ascendientes se encuentra el famoso diestro El Algabeño, abrigó de joven la ilusión de ser torero. Ambos frecuentan las plazas de toros. Y ambos creen que la fiesta taurina tiene largavida por delante.

"Considero tan improbable", dice José Cabrera, "que el Parlamento Europeo ordene o recomiende la supresión de las corridas de toros, que casi me parece iniposible". "El Parlamento" manifiesta Guillermo Perinat, "jamás se pronunciará contra las corridas de toros, al menos en un plazo de tiempo humanamente mensurable. Claro que, en política, la palabra jamás puede tener el sentido que le daba Romanones: "Cuando digo jamás quiero decir hoy".

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