EE UU insiste en ayudar militarmente a los antisandinista

La Administración de Ronald Reagan insistió ayer en su propósito de ayudar militarmente a la guerrilla antisandínista, desestimando la petición de ocho cancilleres latinoamericanos que el lunes, en Washington, pidieron a Estados Unidos el cese del apoyo a los rebeldes que persiguen derrocar al régimen de Managua y la sustitución de la política de fuerza por un diálogo regional de paz.En un último intento de salvar el moribundo proceso de Contadora, los representantes de Latinoamérica, que también hablaban en nombre de la Comunidad Europea y Japón, presentaron al secretario de Estado, George Sh...

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La Administración de Ronald Reagan insistió ayer en su propósito de ayudar militarmente a la guerrilla antisandínista, desestimando la petición de ocho cancilleres latinoamericanos que el lunes, en Washington, pidieron a Estados Unidos el cese del apoyo a los rebeldes que persiguen derrocar al régimen de Managua y la sustitución de la política de fuerza por un diálogo regional de paz.En un último intento de salvar el moribundo proceso de Contadora, los representantes de Latinoamérica, que también hablaban en nombre de la Comunidad Europea y Japón, presentaron al secretario de Estado, George Shultz, el compromiso de Nicaragua de iniciar un proceso de liberalización y reconciliación internas, simultáneo al fin del apoyo a la contra.

Pero Latinoamérica y Washington continúan hablando dos idiomas diferentes. Tan sólo horas después del encuentro, que Shultz calificó de "útil, positivo y serio", Reagan, en una entrevista publicada por The Washington Post, afirmó: "Voy a hacer todo lo posible para ayudar militarmente a los luchadores de la libertad", nombre que da a los insurgentes.

Para el presidente, la única reconciliación posible en Nicaragua es la negociación del poder sandinista con la contra -"sus antiguos aliados en la lucha contra Somoza", según Reagan-, con la Iglesia actuando de intermediaria, para establecer un nuevo Gobierno en Managua. Hasta ahora, Nicaragua se niega a iniciar este proceso y ofrece a cambio "profundizar en la reconciliación interna con las fuerzas legales y legítimas" y aceptar el regreso de los rebeldes que acaten la legalidad vigente.

Los cancilleres de Contadora (Colombia, México, Panamá y Venezuela), más los del grupo de apoyo (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay), presentaron por primera vez en Washington la voz unida de América Latina contra la política de intervención norteamericana en Centroamérica.

Carta de Kennedy y Hart

Fuentes estadounidenses aseguraron que es el mayor reto diplomático a la política de Reagan en la región, en un momento en que el presidente está decidido a solicitar 10 millones de dólares (unos 1.500 millones de pesetas) al Congreso en ayuda militar a la contra. Reagan tendrá, sin embargo, problemas incluso con los republicanos para que sea aprobada la ayuda.Edward Kennedy, Gary Hart y otros siete senadores demócratas escribieron ayer a Reagan para solicitarle que suspenda la petición de ayuda para los rebeldes, y advertirle de que su política conducirá a EE UU a una intervención militar en Nicaragua.

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El comunicado final de la reunión, de tres horas, no excluye, sin embargo, una salida pacífica al conflicto, y afirma que las dos partes "coincidieron plenamente en que la solución a la crisis centroamericana debe encontrarse por las vías políticas y negociadas" Por su parte, Reagan, en la citada entrevista periodística no descartó la posibilidad de que se llegue, durante el resto de su mandato, a un acuerdo negociado entre los sandinistas y la contra.

La propuesta presentada por los cancilleres latinoamericanos es la diseñada en una reunión celebrada el pasado enero en Caraballeda (Venezuela) y pide la salida de todos los asesores militares extranjeros en Centroamérica, la suspensión de maniobras militares, el cese del apoyo a los movimientos insurreccionales en todos los países de la región, la suspensión de la ayuda exterior a las fuerzas irregulares y el respeto a la autodeterminación y la soberanía territorial de cada país.

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