La Sinfónica de Londres entusiasma en Canarias
El festival de Canarias se desarrolla, por partida doble, en el teatro Pérez Galdós, de Las Palmas, y en el Guimerá, de Santa Cruz de Tenerife, y sus jornadas inaugurales a cargo de la Sinfónica de Londres han constituido éxitos absolutos, tanto para la formación británica como para el violinista soviético Guidon Kremer y los directores Günther Herbig y Bragado Darman.
Los dos conciertos de la orquesta británica, a los que asistió el presidente del Gobierno canario, Jerónimo Saavedra, levantaron el mayor entusiasmo de la audiencia que llenaba la sala. La versión del concierto de Bee...
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El festival de Canarias se desarrolla, por partida doble, en el teatro Pérez Galdós, de Las Palmas, y en el Guimerá, de Santa Cruz de Tenerife, y sus jornadas inaugurales a cargo de la Sinfónica de Londres han constituido éxitos absolutos, tanto para la formación británica como para el violinista soviético Guidon Kremer y los directores Günther Herbig y Bragado Darman.
Los dos conciertos de la orquesta británica, a los que asistió el presidente del Gobierno canario, Jerónimo Saavedra, levantaron el mayor entusiasmo de la audiencia que llenaba la sala. La versión del concierto de Beethoven protagonizada por el violinista soviético Guidon Kremer resultó algo totalmente fuera de serie. El maestro madrileño Max Bragado se apuntó un gran triunfo al dirigir a los sinfónicos londinenses en obras de Wagner, Strauss y Mahler. Pero el entusiasmo se desbordó cuando la orquesta visitante regaló al público una luminosa ejecución de los cantos canarios de Teobaldo Tower, según instrumentación de Santiago Sabina.
El segundo festival sufre la primera incidencia con el reenvío del recital de Pogorelich al próximo día 19. El fabuloso pianista figura entre los artistas que constantemente modifican fechas y programas y hasta suspenden actuaciones largamente anunciadas. En menos palabras, es un divo al modo tradicional y se comporta como tal.
Por la categoría de su programación, el festival de Canarias está llamado a ser incluido entre el pequeño grupo que representa a España en la Asociación Europea de Festivales de Música, lo que sucederá, según mis informaciones, en 1989, ya que la organización internacional exige un lustro de continuidad para llegar a admitir a un nuevo festival dentro de su cuadro de oro.