Cavestany presenta en el Museo de Albacete cinco años de su pintura

La carencia de un estilo reconocible es el propio estilo en la obra pictórica de Enrique Cavestany y es también una de las claves para la identificación de su estética. Tanto el movimiento que borra la figura como el estatismo congelado de un retrato se suceden el uno al otro, mientras conviven cómodamente. "Soy incapaz de pintar un cuadro igual a otro", dice. El Museo de Albacete presenta hasta el 15 de diciembre una exposición de este pintor en la que se exhibe parte de la obra producida en los últimos cinco años."Yo provengo de la Escuela de Arquitectura y por eso tal vez mi voluntad de ven...

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La carencia de un estilo reconocible es el propio estilo en la obra pictórica de Enrique Cavestany y es también una de las claves para la identificación de su estética. Tanto el movimiento que borra la figura como el estatismo congelado de un retrato se suceden el uno al otro, mientras conviven cómodamente. "Soy incapaz de pintar un cuadro igual a otro", dice. El Museo de Albacete presenta hasta el 15 de diciembre una exposición de este pintor en la que se exhibe parte de la obra producida en los últimos cinco años."Yo provengo de la Escuela de Arquitectura y por eso tal vez mi voluntad de vencer el estatismo de las construcciones me haya llevado a investigar sobre el movimiento", afirma Cavestany. "No obstante, esta investigación ya cesó. Duró mientras quise vencer con el dibujo el movimiento en sí, cuando lo hube dominado tomó su lugar como un elemento más de mi pintura. Es parte del proceso de aprendizaje, aunque uno nunca deja de aprender. Yo llevo diez años comenzando a pintar y pienso que siempre me sentiré como quien da el primer paso".

La anécdota ha estado presente siempre en todo momento en la obra de Cavestany; es un apoyo para el concepto inicial, aunque la obra concluida se aleje del proyecto. "Soy un pintor anecdótico porque cuento historias. Me interesa lo que le pasa a la gente y no sabría dibujar sin contar algo, aunque finalmente me interese más el cómo que el qué".

Cavestany se confiesa pintor de géneros. El bodegón, el retrato y el paisaje son pautas sobre, las que desarrolla luego su idea.

"No me interesa practicamente la pintura moderna", dice. "Me quedo con los artistas del quatrocentto, y si sigues así cuando llegas a Goya lo sabes casi todo". Hay quizá un caso en el que Cavestany admite una importante contribución posterior. "El movimiento en la pintura lo inventaron los norteamericanos, como Jackson Pollock con su action painting. Lo demás es sólo una imitación del movimiento".

"Creo que soy expresionista. La única posibilidad que tengo en pintura es la de expresarlo todo, se nota en la obra si trato de ocultar algo, de no expresarlo. El dominio de la técnica, del dibujo, del tratamiento del tema, todo esto es un arma que te permite ocultar, incluso a tí mismo, tus sentimientos, y es lo que trato de evitar".

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