Crítica:TEATRO

Un músico en escena

La boqueta amplificadaCarles Santos es un músico de Vinaroz, nacido hace 44 años, que tiene cuatro elepés a sus espaldas. Estos cuatro discos reúnen muy diversas tendencias, todas ellas tan sugerentes como poco conocidas.Desde su Pianotrack, obra pianística en la que pueden encontrarse recuerdos de los músicos impresionistas franceses, de Federico Mompou, Steve Reich y la música minimalista, hasta su Voicetrack, un disco personalizado a través de su voz e inspirado en la música repetitiva, la obra musical de Carles Santos ha conseguido, sin embargo, crear un ...

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La boqueta amplificadaCarles Santos es un músico de Vinaroz, nacido hace 44 años, que tiene cuatro elepés a sus espaldas. Estos cuatro discos reúnen muy diversas tendencias, todas ellas tan sugerentes como poco conocidas.Desde su Pianotrack, obra pianística en la que pueden encontrarse recuerdos de los músicos impresionistas franceses, de Federico Mompou, Steve Reich y la música minimalista, hasta su Voicetrack, un disco personalizado a través de su voz e inspirado en la música repetitiva, la obra musical de Carles Santos ha conseguido, sin embargo, crear un lenguaje propio.

La boqueta amplificada es un singular espectáculo, que reúne al mismo tiempo planteamientos teatrales y musicales. Fue estrenado en Barcelona durante el pasado mes de mayo, y ahora acaba de llegar a Madrid acogido dentro de las programaciones del Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas. En su representación de Barcelona La boqueta amplificada se dijo en su idioma catalán original, mientras que en su actual versión madrileña ha sido traducida al castellano por el propio Carles Santos.

Este espectáculo participa de todas las características musicales de este singular artista, que siempre ha tenido muy en cuenta el fenómeno teatral, así como algunos aspectos del lenguaje cinematográfico, pero siempre sin dejar, pese a ello, de ser eminentemente un músico.

Inagotable sorpresa

A través del desarrollo una serie de historietas, en las que la voz y la imagen son siempre protagonistas, desde el escenario se ofrece un ejercicio imaginativo que no resulta difícil aceptar a causa de su aire de cotidiancidad.La fantasía y la realidad fantástica se entremezclan continuamente en La boqueta amplificada, y lo hacen con la sencillez y el silencio como únicos telones de fondo. De que sepa acercarse o no a esta sencillez y a este silencio, dependerá en definitiva que el espectador logre integrarse en el divertido espectáculo.

La capacidad de sorpresa de La boqueta amplificada no se agota, y los momentos en que la música particular de Carles Santos aparece se plantea ese lenguaje personal que, poco a poco, va siendo aceptado, conocido e incluso utilizado por los espectadores más lanzados.

Carles Santos, quien afirma que "ir de incomprendido es un lujo" y que "la música es como la cocina", después de mostrarnos su mundo, nos deja con la duda de cuál es el real, pues la La boqueta amplificada está lejos de ser un mero ejercicio intelectual.

El espectáculo nace directamente de la tripa y después se evapora, porque, como dice el autor, "éste no es un tiempo de ismos, sino de sálvese quien pueda".

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