Tribuna:

Tenemos las manos limpias

Manifiesto firmado en la cárcel de Santiago por los presidentes de las mayores organizaciones sindicales y las directivas de los estudiantes de las universidades de Chile, Católica de Chile y de Concepción, recluidos por Pinochet.Nuestras manos están limpias



"Nuestras manos no están manchadas con la sangre del general Schneider, del general Prats ni de Orlando Letelier. No asesinaron a Tucapel Jiménez. No colocaron la bomba en la parroquia Fátima de Punta Arenas. No empuñaron el cuchillo que truncó las vidas de Parada, Guerrero y Natino. No dispararon contra pobladores, m...

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Manifiesto firmado en la cárcel de Santiago por los presidentes de las mayores organizaciones sindicales y las directivas de los estudiantes de las universidades de Chile, Católica de Chile y de Concepción, recluidos por Pinochet.Nuestras manos están limpias

"Nuestras manos no están manchadas con la sangre del general Schneider, del general Prats ni de Orlando Letelier. No asesinaron a Tucapel Jiménez. No colocaron la bomba en la parroquia Fátima de Punta Arenas. No empuñaron el cuchillo que truncó las vidas de Parada, Guerrero y Natino. No dispararon contra pobladores, mujeres y niños, ni han acallado con balas la protesta pacífica y legítima".

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"Nuestras manos no dispararon contra el sacerdote Andrés Jarlán. No firman órdenes para detener arbitrariamente y torturar, asesinar, relegar o exiliar por el solo delito de pensar distinto. No elaboran ni firman leyes represivas. No colocan bombas que atentan contra víctimas inocentes. No manchan las iglesias ni ofenden a obispos, sacerdotes y laicos comprometidos en la acción social".

"Nuestras manos no han lanzado a la cesantía a cientos de miles de chilenos condenando a sus familias a la humillación del hambre, la prostitución, la drogadicción y el alcoholismo. No han coartado las libertades esenciales ni les han arrebatado la ciudadanía a los chilenos. No mantienen a las universidades cautivas. No han sido responsables de la destrucción de la industria nacional y del agro ni son las que han dilapidado miles de millones de dólares que hoy debemos, comprometiendo gravemente la soberanía nacional".

"Nuestras manos no firmaron la ley minera ni el convenio que enajena la isla de Pascua. No han comprometido el patrimonio nacional representado por las empresas estratégicas. No han silenciado la Prensa para evitar que el pueblo conozca en toda su magnitud el drama nacional".

"Nuestras manos están limpias. Nuestras manos producen en las fábricas e industrias para el desarrollo del país y son constructoras de futuro en las aulas universitarias. Con sacrificio y esfuerzo abren espacios de libertad para que el pueblo comience a caminar hacia la democracia".

"Nuestras manos defienden los derechos de los trabajadores y de los estudiantes para construir una Universidad libre, autónoma y participativa. Nuestras manos, aún encadenadas y tras las rejas de la cárcel, están libres. Están limpias para continuar sirviendo al pueblo en la recuperación de su dignidad, de sus derechos y de sus obligaciones".

"Nuestras manos se levantan limpias como un símbolo de esperanza para indicar a nuestro pueblo un camino de liberación en medio de la angustia y la desesperación. Nuestras manos están puestas a la verdadera reconciliación, que nace del arrepentimiento y de la voluntad para transformar la injusticia imperante en una conciencia basada en la verdad, la paz y la Justicia, elementos básicos para construir la libertad y la democracia".

Además de Rodolfo Segel, presidente del Comando Nacional de Trabajadores, firman este manifiesto, escrito en la cárcel por dirigentes sindicales y estudiantiles recluidos por Pinochet, las siguientes personas: José Ruiz Di Giorgio, vicepresidente del Partido Demócrata Cristiano y presidente de la Confederación de Trabajadors del Petróleo; Manuel Bustos, presidente de la Coordinadora Nacional Sindical; Yerko Lubetich, presidente, y Sergio Brodsky, secretario general de la Federación de Estudiantes de la universidad de Chile; Tomás Joselyn-Holtz, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica; Sergio Mico, presidente de la Federación de Estudiantes de la universidad de Concepción, y directivas universitarias y sindicales.

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