El caso del 'Rainbow Warrior'

(...) Cuando las acusaciones contra el Gobierno francés subieron de tono, el presidente Mitterrand designó a Bernard Tricot, un respetable magistrado y funcionario, para que iniciase una investigación. Tricot sacó la conclusión de que Francia estaba implicada, pero que no existía una responsabilidad oficial francesa en el hundimiento del Rainbow Warrior. El informe hizo poco para terminar con las sospechas, especialmente desde que los que estaban implicados en la vigilancia han sido entrenados en sabotaje más bien que en espionaje. (...)Mitterrand continuó sosteniendo la línea oficial, que el ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

(...) Cuando las acusaciones contra el Gobierno francés subieron de tono, el presidente Mitterrand designó a Bernard Tricot, un respetable magistrado y funcionario, para que iniciase una investigación. Tricot sacó la conclusión de que Francia estaba implicada, pero que no existía una responsabilidad oficial francesa en el hundimiento del Rainbow Warrior. El informe hizo poco para terminar con las sospechas, especialmente desde que los que estaban implicados en la vigilancia han sido entrenados en sabotaje más bien que en espionaje. (...)Mitterrand continuó sosteniendo la línea oficial, que el servicio secreto francés llevó a cabo una infiltración y una misión de reconocimiento, que no estaba complicado en la explosión. Solamente el domingo pasado escribió al primer ministro de Nueva Zelanda, David Lange, llamando la atención contra las infundadas acusaciones contra Francia y para evitar incurrir en ellas en el fututo. Pero a mediados de la semana pasada, las defensas del Gobierno francés contra el escándalo de Greenpeace comenzaron a hacerse añicos.

Mitterrand se dio cuenta de que estaba en serias dificultades el martes por la mañana. André Fontaine, el director del respetado diario Le Monde, publicó en primera página la historia acerca de un tercer equipo francés que estaba implicado en el hundimiento. (...) El jueves, un día de intenso calor en París, se supo que el semanario L'Express iba a dar los nombres de ese tercer equipo. Mitterrand llamó a Fabius y al final de la conversación se resolvió que al Elíseo se enviaría una carta.

Esta carta, con referencias a las revelaciones de la Prensa, concluía: esta situación no puede continuar. (...) Charles Hernu, el respetado ministro de Defensa y amigo personal del presidente durante 20 años, tuvo que dimitir. (...) Otras cabezas van a caer en el servicio secreto. El general Roger Emin, el segundo en la Dirección General de Servicios de Seguridad Exterior, y el coronel Jean-Claude Lesquer, el jefe de servicios, se marcharán ambos después de este temblor de tierra. (...)

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

22 de septiembre

Archivado En