El jefe del Gobierno inicia un crucero de dos días en el yate 'Azor'

El presidente del Gobierno español, Felipe Gonzalez, embarcó ayer, en Lisboa, en el yate Azor de la Armada española para realizar un pequeño crucero de dos días a lo largo de la costa portuguesa.Gonzalez, que llegó poco después de las diez de la mañana al aeropuerto militar de Figo Maduro, en las afueras de Lisboa, acompañado por el subsecretario de Pesca, Miguel Oliver, y otras cinco personas, fue recibido por el primer ministro portugués, Mario Soares. El jefe del Ejecutivo luso no se separó de González en la hora y media que éste pasó en Lisboa.

Si el minicrucero del presidente fue u...

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El presidente del Gobierno español, Felipe Gonzalez, embarcó ayer, en Lisboa, en el yate Azor de la Armada española para realizar un pequeño crucero de dos días a lo largo de la costa portuguesa.Gonzalez, que llegó poco después de las diez de la mañana al aeropuerto militar de Figo Maduro, en las afueras de Lisboa, acompañado por el subsecretario de Pesca, Miguel Oliver, y otras cinco personas, fue recibido por el primer ministro portugués, Mario Soares. El jefe del Ejecutivo luso no se separó de González en la hora y media que éste pasó en Lisboa.

Si el minicrucero del presidente fue un secreto bien guardado en Madrid, no sucedió lo mismo en Lisboa: el palacio de San Bento filtró la noticia de la inesperada visita de Felipe González; el diario Jornal de Noticias, de Oporto, anunciaba el encuentro de los dos presidentes ibéricos con una foto de ambos políticos, a todo lo ancho de su primera página.

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Felipe González dijo que aprovechará el puente para visitar la costa portuguesa, algo que deseaba realizar "hace muchos años", y para saludar a su "colega y amigo Mario Soares", con quien hará "un repaso general de nuestras relaciones bilaterales y de los proyectos que se abren con la adhesión a la CEE".

El "repaso general" fue necesariamente muy superficial, dado el corto tiempo que duraron las conversaciones, y el ambiente informal que presidió el encuentro.

Soares acompañó al presidente del Gobierno español a bordo del Azor, que acababa de arribar de El Ferrol. González afirmó que el minicrucero de dos días no tenía "ruta prefijada", y que esperaba descansar, nadar y "pescar un poco" si las condiciones eran favorables.

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Ningún contencioso

La presencia de Oliver suscitó entre los portugueses chistes acerca del "eterno problema de la pesca" entre Portugal y España. Soares respondió, en el mismo tono de buen humor, que "no existe actualmente ningún contencioso entre Lisboa y Madrid. Se llegó a un buen acuerdo, y va a ser cumplido con satisfacción por ambas partes".

Anoche, el Azor estaba fondeado frente al puerto portugués de Sines, a unos 140 kilómetros al sur de Lisboa. Es tal vez allí donde Carmen Romero y sus hijos, cuya participación en el crucero fue anunciada por la Prensa portuguesa, se unan al pequeño grupo de siete personas que embarcó en Lisboa.

Mario Soares regresó inmediatamente a su casa en la playa del Algarve, donde prepara su intervención en la convención nacional del Partido Socialista Portugués (PSP), que se reúne el día 27 en Lisboa, para autorizar formalmente al primer ministro, dimisionario, la presentación de su candidatura nacional a la presidencia de la República portuguesa el próximo mes de diciembre.

La foto de familia de Soares con el presidente del Gobierno español y secretario general del PSOE resulta muy oportuna para los socialistas portugueses en estos días en que se inicia la campaña electoral para las legislativas lusas del próximo 6 de octubre.

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