El Gobierno asturiano y la patronal del carbón piden al Ayuntamiento que retire las restricciones al uso de antracita

El consejero de Industria de Asturias, Julio Gavito, ha enviado un escrito al alcalde de Madrid, Enrique Tierno, en el que le pide que suspenda las restricciones al uso de antracita en las calefacciones de la capital, incluidas en la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente aprobada el pasado mes de abril. Por su parte, el presidente de la patronal del carbón, Carbounión, Manuel Arroyo, declaró que "es un error prohibir un tipo de energía barato y que, en un 80% de los casos, está por debajo de los índices de contaminación admitidos".

La Ordenanza General de Protección del...

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El consejero de Industria de Asturias, Julio Gavito, ha enviado un escrito al alcalde de Madrid, Enrique Tierno, en el que le pide que suspenda las restricciones al uso de antracita en las calefacciones de la capital, incluidas en la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente aprobada el pasado mes de abril. Por su parte, el presidente de la patronal del carbón, Carbounión, Manuel Arroyo, declaró que "es un error prohibir un tipo de energía barato y que, en un 80% de los casos, está por debajo de los índices de contaminación admitidos".

La Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente aprobada por el Ayuntamiento en abril y que establece la desaparición progresiva de las calderas de carbón en calefacciones domésticas, cuenta con la oposición del consejero de Industria del Principado de Asturias, Julio Gavito. El consejero ha enviado un escrito al alcalde, Enrique Tierno, en el que pide que desaparezca este apartado de la nueva normativa por ser "lesiva para los intereses económicos de la Comunidad Autónoma del Principado, donde se produce un carbón de alta calidad, compatible, con las exigencias medioambientales de cualquier agrupación urbana", según informó a Efe.Por su parte, el presidente de la patronal Carbounión, Manuel Arroyo, declaró que harán las alegaciones oportunas antes de que finalice el plazo de información pública sobre la nueva ordenanza, y mostró su preocupación por "el contagio" que esta medida puede provocar en otros ayuntamientos.

Tanto Gavito como Arroyo afirman que "el carbón es un producto energético declarado de utilidad nacional" y su consumo está experimentando notables avances tecnológicos, con el empleo de nuevas calderas automáticas muy perfeccionadas.

Por su parte, el responsable municipal del área de Urbanismo y de Infraestructuras Básicas, el socialista Jesús Espelosín, indicó ayer que no tiene constancia del escrito enviado por el consejero de Industria asturiano". Afirmó: "Aunque me parece razonable que Asturias defienda sus intereses económicos, nuestra obligación es conseguir una calidad de vida para los madrileños, y el carbón no es el combustible más idóneo para acabar con la contaminación que sufren principalmente los siete distritos del centro de Madrid".

Espelosín, que citó Londres como ejemplo de ciudad descontaminada, precisamente "a raíz de la supresión de las calderas de carbón", explicó que en Madrid estáa operación se hará "de una manera paulatina, al mismo tiempo que se está favoreciendo la corrección de instaliciones y poniendo a disposición del usuario deforma gratuít el 20% del gasto total de la reparación lo que supone al Ayuntamiento un desembolso de 500 millones".

Según Espelosín la campaña iniciada por el Ayuntamiento hace tres años para arreglar o reconvertir las calderas comunitarias de carbón y gasóleo -fundamentalmente dirigida a los distritos del centro declarados en su conjunto Zona de Atmósfera Contaminada- "está siendo un éxito, ya que serán revisadas 3.000 de entre las 5.887 instalaciones de carbón y las 9.610 de gasóleo que hay en Madrid".

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Los distritos afectados son los de Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Tetuán, Chamberí y Chamartín. Sin embargo, Espelosín insistió en que "la solución está en el gas", y añadió que el plan del Ayuntamiento es que . cuando llegue el gas natural a Madrid [probablemente a finales de 1987] lo propiciaremos como el mejor método calorífico no contaminante".

Madrid consume anualmente 500.000 toneladas de antracita, "que representan el 80% de la producción nacional, y en términos económicos, 7.500 millones de pesetas"' según Manuel Arroyo. El representante de los empresarios añadió que la solución para los problemas del medio ambiente "no está en suprimir un sistema barato, sino aplicar el reglamento con todo su rigor".

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