Crítica:FLAMENCO

Solidaridad

Manolo Heras es un cantaor flamenco no tan viejo (66 años), aunque muy quebrantado por la vida. Siendo un cantaor eminente en ocasiones, el éxito nunca le sonrió decididamente, y hubo de recurrir en las horas bajas a trabajos ocasionales de limpiabotas o vendiendo lotería. El arte flamenco es especialmente ingrato con muchos de estos oficiantes de cada día.Heras es un caso especialmente patético. Quemó su vida y su arte por ahí, en largas noches sin sueño, pero con mucho alcohol por el medio. Y ha llegado el momento en que no puede seguir adelante. Por eso, amigos y compañeros se...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Manolo Heras es un cantaor flamenco no tan viejo (66 años), aunque muy quebrantado por la vida. Siendo un cantaor eminente en ocasiones, el éxito nunca le sonrió decididamente, y hubo de recurrir en las horas bajas a trabajos ocasionales de limpiabotas o vendiendo lotería. El arte flamenco es especialmente ingrato con muchos de estos oficiantes de cada día.Heras es un caso especialmente patético. Quemó su vida y su arte por ahí, en largas noches sin sueño, pero con mucho alcohol por el medio. Y ha llegado el momento en que no puede seguir adelante. Por eso, amigos y compañeros se reunieron en Alcalá para rendirle un homenaje.

Y fue una esplendorosa noche flamenca. Allí, en el patio de Santo Tomás de la universidad alcalaína, en ese rincón donde dos cipreses centenarios se elevan al cielo, se produjo una vez más el milagro de lojondo. Nadie desmereció de nadie, desde el primer acorde de la guitarra de Habichuela hasta el último quejío de Morente. Ramón, El Portugués, cantó como yo nunca le había oído cantar; centrado, sereno, con la voz más cantaora que pueda oírsele, hizo muy bien soleares y tangos, y un cante por siguiriyas estremecedor, transido de toda la pena del mundo. Vicente Soto, todo corazón, se rompió en los cantes más duros -martinetes y debla- a palo seco. Carmen Linares estuvo de nuevo magistral. Enrique Morente, espléndido, con grandeza. Las guitarras de Escudero y Pepe Habichuela, notables en todo momento, y el baile por soleá que hace La Tolea en su línea de fuerza y brillantez.

Homenaje flamenco a Manolo Heras

Cante: Ramón, 'El Portugués' Vicente Soto, Carmen Linares, Enrique Morarente. Toque: Enrique Escudero, Pepe 'Habichuela'. Baile: La Tolea, con Guadiana y Jesús, 'El Almendro', al cante, y los hermanos Losada, al toque. Presentación: Marisa Paredes. Universidad Cisneriana. Alcalá de Henares (Madrid), 8 de junio.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En