Reagan, en Europa

Escándalo por una sátira sobre Reagan en televisión

Una sátira sobre la visita a Europa del presidente estadounidense, Ronald Reagan, imitado por dos actores en la primera cadena de la televisión alemana (ARD), ha provocado un fuerte escándalo y protestas de políticos contra el periodista responsable del programa.El programa satírico de la televisión alemana presentó la llegada de Reagan al aeropuerto. A continuación, el periodista encargado de la moderación, Hans-Juergen 'Rosenbauer, simuló una entrevista con el presidente norteamericano. Apareció una foto de Reagan y un actor, imitando la voz del presidente, respondió a una pregunta sobre la ...

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Una sátira sobre la visita a Europa del presidente estadounidense, Ronald Reagan, imitado por dos actores en la primera cadena de la televisión alemana (ARD), ha provocado un fuerte escándalo y protestas de políticos contra el periodista responsable del programa.El programa satírico de la televisión alemana presentó la llegada de Reagan al aeropuerto. A continuación, el periodista encargado de la moderación, Hans-Juergen 'Rosenbauer, simuló una entrevista con el presidente norteamericano. Apareció una foto de Reagan y un actor, imitando la voz del presidente, respondió a una pregunta sobre la visita a Bitburg: "Mis asesores, Nancy y yo hemos reflexionado durante el vuelo. Yo quiero visitar Bitburg y Bergen-Beisen con el helicóptero. No para aterrizar allí, sino sólo sobrevolar. Después volaré a Berlín y pasaremos sobre la cárcel de Spandau para saludar a Rudolf Hess".

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Rosenbauer explicó seguidamente la broma y presentó a los artistas que habían imitado la voz de Reagan y del canciller Helmut Kohl. El programa provocó una furibunda reacción de algunos telespectadores y de varios políticos de la RFA. El portavoz del Gobierno federal, Juergen Sudhoff, lo calificó de fallo periodístico, "una burla de nuestros huéspedes, a quienes les tenemos que agradecer la seguridad y la libertad".

La acogida indignada a la sátira muestra el nivel de hipersensibilidad provocado por toda la discusión precedente sobre la visita de Reagan al cementerio de Bitburg, con las tumbas de los miembros de los grupos armados de las SS. La referencia a una visita al lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess, el último criminal de guerra nazi en la cárcel de Spandau, rebasa, en opinión de algunos periódicos y políticos de la RFA, la frontera del mal gusto. Los políticos liberales (FI)P) y de la derecha democristiana (CDU/CSU) han aprovechado la ocasión para lanzar una andanada contra la emisora de Colonia de la primera cadena de televisión (WDR).

El jefe de la cancillería del Gobierno de Baviera, Edrnund Sto¡ber, envió un telegrama al director general de la WDR en el que decía que "la WDR parece haber convertido en método de trabajo el burlarse de forma odiosa de los que piensan de otra forma bajo la tapadera de la sátira". El secretario general del FDP, Helmut Hausmann, calificó el espectáculo presentado en la televisión como "un escándalo y una infamia contra Reagan y Kohl". El responsable del programa se defendió con el argumento de que la sátira es una cuestión de gusto. Rosenbauer añadió que su estilo periodístico quedó muy influido por su larga estancia en Estados Unidos.

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