La CEE discute en una reunión informal sobre la intervención de Europa en los programas de tecnología avanzada

"Una participación europea no meditada en la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI o guerra de las galaxias) podría. llevar a un estallido de Europa o a consecuencias muy negativas durante años", declaró ayer en Bruselas el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de los temas de investigación, el alemán Karl-Heinz Narjes. Por su parte, el presidente de esta institución, Jacques Delors, apeló, también en la víspera a una reflexión, pues "Europa, después de haber padecido una Yalta política, corre ahora el riesgo de una Yalta militar".Narjes hablaba horas antes de que se iniciara...

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"Una participación europea no meditada en la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI o guerra de las galaxias) podría. llevar a un estallido de Europa o a consecuencias muy negativas durante años", declaró ayer en Bruselas el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de los temas de investigación, el alemán Karl-Heinz Narjes. Por su parte, el presidente de esta institución, Jacques Delors, apeló, también en la víspera a una reflexión, pues "Europa, después de haber padecido una Yalta política, corre ahora el riesgo de una Yalta militar".Narjes hablaba horas antes de que se iniciara ayer en Roma una reunión informal, de dos días de duración, de los ministros de Investigación de la Comunidad Económica Europea (CEE) en la que, entre otras cosas, debían debatir la oferta norteamericana de una participación europea en la SDI y la contraoferta francesa del programa Eureka de investigación en alta tecnología para Europa.

Un alto funcionario comunitario manifestó su acuerdo con la iniciativa del presidente François Mitterrand, pero insistió también en que la SDI "recoge todos los campos de las tecnologías de punta", consideró que "la división entre investigación civil e investigación militar ya, de hecho, no existe" y señaló que la SDI tendrá un efecto de "desarrollo para toda la economía norte americana". El programa Apolo, según Narjes, trajo consigo un desarrollo económico cinco a ocho veces mayor que su inversión directa. Narjes añadió, por otra parte, que, ante la magnitud del programa SDI, "cuesta creer que EE UU quiera llegar a un acuerdo sobre control de armamentos" en este terreno.

Dos problemas delicados

El vicepresidente de la Comisión vio dos problemas que podrían llevar al estallido de la CEE: el primero es que Estados Unidos se dirija directamente a algunas empresas europeas, saltando por encima de los Estados y de la CEE, y el segundo es que si cada Estado de la CEE negocia bilateralmente con Washington, "Europa podría llegar a pagar seis o siete veces por lo mismo", en cuanto a transferencia de tecnología y otras ventajas.

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Delors, por su parte, quiere que la CEE dé una respuesta común desde sus instituciones, aunque en el proyecto final sólo participen los países que estén interesados. Se trataría de que la CEE creara una Agencia Europea de la Tecnología financiada por el presupuesto comunitario y aportaciones de los Estados miembros. Pero para que este proyecto garantice a Europa su autonomía hace falta voluntad y dinero. Estados Unidos prevé gastar anualmente 5.000 millones de dólares (unos 850.000 millones de pesetas) en la SDI. Un problema es que la CEE no tiene competencias en el terreno militar.

Un portavoz del ministerio italiano de Investigación Científica anunció que no habrá ninguna información sobre los términos de la discusión de Roma hasta que hoy no se haga una declaración pública.

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