Rechazadas las cuentas de la Seguridad Social correspondientes al ejercicio 1980

Las cuentas de la Seguridad Social relativas al año 1980 "ni son técnicamente correctas, ni reflejan la realidad económica de la Seguridad Social de ese ejercicio", según el informe del Tribunal de Cuentas sometido ayer a la aprobación de la ponencia de la Comisión Parlamentaria Mixta Congreso-Senado. La ponencia de la comisión, reunida ayer en la sede del Senado, decidió no dar su conformidad a un balance en el que existen partidas por valor de más de 15.000 millones de pesetas que no se han podido verificar, tienen origen sin razón o no se han conciliado hasta la fecha.

La ponencia de...

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Las cuentas de la Seguridad Social relativas al año 1980 "ni son técnicamente correctas, ni reflejan la realidad económica de la Seguridad Social de ese ejercicio", según el informe del Tribunal de Cuentas sometido ayer a la aprobación de la ponencia de la Comisión Parlamentaria Mixta Congreso-Senado. La ponencia de la comisión, reunida ayer en la sede del Senado, decidió no dar su conformidad a un balance en el que existen partidas por valor de más de 15.000 millones de pesetas que no se han podido verificar, tienen origen sin razón o no se han conciliado hasta la fecha.

La ponencia de la Comisión Mixta Congreso-Senado para las relaciones con el Tribunal de Cuentas aceptó ayer la memoria elaborada por este organismo de control del gasto público en lo que se refiere a la Cuenta General del Estado de 1980, pero no así en lo relativo a la Seguridad Social. En la reunión de ayer se acordó requerir del Tribunal de Cuentas "la continuación del análisis, regularización y conciliación de cuentas de la Seguridad Social de 1980, verificadas en ejercicios posteriores, y que finalmente presente a las Cámaras los informes relativos a la situación económica real de la Seguridad Social".Las principales irregularidades corresponden a las cuentas del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) y de la Tesorería General, así como al balance consolidado. La ponencia encargada de redactar el informe está integrada por los senadores Amalia Miranzo y Federico Santamaría y por los diputados Néstor Padrón, Manuel Renedo, José Miguel Bravo de Laguna, Ángel Olarte y Caries Gasóliba.

Centenares de errores

Los representantes del Grupo Socialista se opusieron a la aprobación de las cuentas presentadas por la Seguridad Social sobre el ejercicio de 1980 en base a las consideraciones del Tribunal de Cuentas, ya que, aparte de sus deficiencias técnicas, "el balance no refleja la realidad económica de este organismo, lo que es más grave", en opinión del diputado Néstor Padrón.Según el informe elaborado por este grupo parlamentario, la complejidad y el volumen de las anomalías que afectan "cualitativa y cuantitativamente a la mayoría de las cuentas" hacen que sea tarea imposible para el Tribunal de Cuentas lograr una corrección para proponer un balance consolidado del estado de la Seguridad Social a finales de 1.980. Así, se hace mención expresa de "centenares de errores comprobados, que afectan tanto a ese ejercicio como a los posteriores".

El informe del Tribunal de Cuentas señala que en la cuenta de Tesorería General existe una diferencia entre el balance y el saldo presentado por los servicios centrales y las tesorerías provinciales de 11.161,8 millones de pesetas, que hace imposible "analizar los procesos de depuración y conciliación".

La cuenta de acreedores, con un saldo de 29.714 millones, está compuesta por más de 100 subcuentas -unas con saldo deudor, y otras, acreedor-, resulta confusa y su comprobación es harto difícil. El informe del tribunal informa que en muchas de estas cuentas se entrecruzan operaciones con el extinto Instituto Nacional de Previsión y direcciones provinciales, mutualidades, etcétera, "por lo que habrá que esperar para determinar la exactitud del saldo o las correcciones o depuraciones".

Como ejemplo del desorden contable destaca una deuda de la delegación de Ávila, por valor de 161.543 pesetas, que corresponde a una conferencia telefónica de "una sola persona". Parecidas consideraciones cabe atribuir al balance del Inserso, mientras que el Instituto Social de la Marina presenta un saldo deudor de 103,9 millones, por diferencias en el balance de 1977, que sigue sin analizar y depurar aún en 1984.

Los libros oficiales de la contabilidad de la Tesorería General de la Seguridad Social en los que se registraron las operaciones de 1982 se diligenciaron el 21 de junio de 1982, es decir, con posterioridad a la publicación de las cuentas en el Boletín Oficial del Estado. Además, las cuentas generales carecen de desarrollo y no consta la conciliación de saldos con las entidades gestoras.

Préstamos al personal

En lo que respecta al balance, se omite la partida de amortización correspondiente a un traspaso del Insalud, que ascendía a 2.601,4 millones de pesetas y que fue regularizada un año más tarde. El cómputo de inmuebles contiene un error que se eleva a 8.218 millones de pesetas, aunque fue rectificado en los dos años sucesivos.El Tribunal de Cuentas considera que el saldo de 469,7 millones de la partida de préstamos al personal debería ascender a 3.000. La diferencia de 2.550 millones se debe en su mayor parte a una cuenta contablilizada en "partidas pendientes de aplicación".

En lo que respecta al pasivo, el informe señala que la realidad de los 319.461 millones del fondo de estabilización está en función de las restantes cuentas del balance, por lo que la corrección de "errores graves", aunque hasta la fecha no hayan podido cuantificarse en su integridad, determinará las correcciones de esta partida. Como ejemplo, continúan sin abonarse 36.415,6 millones que son reservas y figuran en la cuenta de partidas pendientes de aplicación.

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