La deuda pública en circulación se ha duplicado durante 1984 y supera ya los ocho billones de pesetas

La deuda pública en circulación ha crecido durante 1984 desde 4,08 a 8,09 billones de pesetas. Con el recurso acumulado al Banco de España, el Estado debe algo más de 9,7 billones de pesetas, cifra equivalente a un cuarto de millón por habitante, o a dos años de recaudación fiscal. Y hay otros 600.000 millones de avales que amenazan con elevar dichas obligaciones. Pero sólo un 40% de¡ aumento de la deuda en los dos pasados ejercicios -5,7 billones- ha financiado déficit público. El resto ha servido para pagar la crisis bancaria y otras operaciones de saneamiento real o contable.

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La deuda pública en circulación ha crecido durante 1984 desde 4,08 a 8,09 billones de pesetas. Con el recurso acumulado al Banco de España, el Estado debe algo más de 9,7 billones de pesetas, cifra equivalente a un cuarto de millón por habitante, o a dos años de recaudación fiscal. Y hay otros 600.000 millones de avales que amenazan con elevar dichas obligaciones. Pero sólo un 40% de¡ aumento de la deuda en los dos pasados ejercicios -5,7 billones- ha financiado déficit público. El resto ha servido para pagar la crisis bancaria y otras operaciones de saneamiento real o contable.

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Aunque el déficit del Estado se ha ajustado a los 1,3 billones de pesetas previstos para 1984 (no así diversos gastos e ingresos), la deuda pública en circulación el 31 de diciembre pasado era de 8.097.371 millones de pesetas, según datos oficiales. Mientras las emisiones ascendieron durante el ejercicio a 4,9 billones de pesetas, las amortizaciones fueron de 1,7 billones (de ellos, 1,3 en pagarés del Tesoro). Pese a los 3,2 billones de diferencia, la financiación neta ha sido sólo de 1,2 billones.Gracias a este bache entre emisiones y amortizaciones, el Estado, además de atender operaciones de saneamiento, ha devuelto al Banco de España 658.575 millones de los 2,29 billones de pesetas que había reclamado del mismo en años anteriores. El saldo negativo en la cuenta del banco emisor ha quedado así en 1,6 billones de pesetas, cuya suma con los 8,09 billones de pesetas de deuda pública en circulación arroja unas obligaciones totales del Estado de 9,73 billones de pesetas. A esta cifra -equivalente al volumen de todos los ingresos fiscales del Estado en dos años, o a un cuarto de billón de pesetas por habitante- hay que añadir la parte de los 600.000 millones de pesetas de avales a organismos o a créditos exteriores para terceros (autopistas, Renfe, Ensidesa) que deban ser atendidos a su vencimiento por el Estado.

En contraste con el crecimiento de las obligaciones en 1984 -cuatro billones más de deuda pública y 3,3 si se descuenta la devolución de préstamos al Banco de España-, la financiación neta conseguida por el Estado ha sido de 1,28 billones.

La sanidad del banco emisor

Son los pagarés del tesoro los que presentan la mayor diferencia entre la financiación neta (los 450.000 millones de pesetas previstos en los presupuestos del Estado para 1984) y el aumento de la deuda en circulación (2,3 billones de pesetas, hasta totalizar los 3,67 billones). Se trata de 1,8 billones de pesetas, cifra equivalente a los antiguoscertificados de regulación (CRM) creados por el Banco de España para compensar la liquidez proporcionada en años anteriores por sus ayudas a la crisis bancaria y a la financiación del déficit público, títulos que desde 1984 se han convertido en pagarés por cuenta del Tesoro. Mediante esta transformación, que sirvió para librar de pérdidas a la cuenta de resultados del banco emisor, el Estado ha empezado a cargar anualmente con los intereses (más de 250.000 millones de pesetas en 1984) y tendrá que afrontar su amortización efectiva en la medida en que deja de renovarlos anualmente.Mientras los 2,3 billones de pesetas en que han aumentando los pagarés en circulación sólo han proporcionado 0,45 billones de financiación para el déficit estatal, la deuda del Estado, las células para inversiones y los préstamos del exterior han aportado cifras similares al incremento de su saldo en circulación, hasta totalizar los 1,28 billones citados de financiación neta.

Sin embargo, al igual que el paso de los 1,8 billones de la cartera del Banco de España a la del Tesoro con la conversión de CRM en pagarés no elevó la financiación estatal, tampoco la ha modificado la subida de 0,75 billones en las deudas especiales. Simplemente, el Estado ha asumido créditos del Banco de España por 664.000 millones de pesetas -que desde diciembre aparecen en deudas especiales- para sustituir dinero anticipado por éste a Gobiernos anteriores y no formalizado (véase EL PAIS de ayer). También se ha hecho cargo de 164.000 millones de deudas del Instituto Nacional de Industria, 44.400 de las corporaciones locales y diputaciones, y 52.800 para las autonomías que no habían sido previstos en los Presupuestos del estado.

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