EUROPA Y LA POLÍTICA DE BLOQUES

Los aliados de la Unión Soviética discuten sus diferencias ante la inminente renovación del Tratado de Varsovia

, Las tensiones en torno a la renovación del Tratado de Varsovia (Pacto de Varsovia, en la terminología occidental), que en teoría expira en mayo de 1985, son, según fuentes bien informadas, el telón de fondo de las reuniones de ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la organización, que estos días se celebran, respectivamente, en Berlín Oriental y en Budapest.

El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko, se trasladó ayer a la capital de la República Democrática Alemana (RDA) para participar en el encuentro con sus colegas de los países socialistas, según anunc...

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, Las tensiones en torno a la renovación del Tratado de Varsovia (Pacto de Varsovia, en la terminología occidental), que en teoría expira en mayo de 1985, son, según fuentes bien informadas, el telón de fondo de las reuniones de ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la organización, que estos días se celebran, respectivamente, en Berlín Oriental y en Budapest.

El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko, se trasladó ayer a la capital de la República Democrática Alemana (RDA) para participar en el encuentro con sus colegas de los países socialistas, según anunció la agencia de noticias soviética Tass. Por otra parte, en Budapest comenzaba ayer una reunión de los titulares de Defensa donde estaba ausente el máximo representante soviético en este ámbito, el mariscal Dimitri Ustinov, de 76 años, quien, al parecer, continúa enfermo. La URSS está representada en este foro por el mariscal Viktor Kulikov, comandante en jefe de las fuerzas armadas conjuntas del Pacto de Varsovia, y el general del Ejército Anatoli Gribkov, jefe del Estado Mayor de las fuerzas conjuntas de la organización.En medios diplomáticos occidentales en Moscú se opina que las conversaciones que deberán comenzar el próximo enero en Ginebra los jefes de las diplomacias norteamericana y soviética, George Shultz y Andrei Gromiko, serán uno de los temas centrales de ambas reuniones. Sin embargo, medios bien informados señalan que las discrepancias sobre los términos de renovación del Tratado de Varsovia ocupan un lugar prioritario en los encuentros.

El Tratado de Varsovia, firmado en 1955, fue concebido como una respuesta a la formación de la OTAN y a la entrada de la RFA en esta organización político-militar. El tratado estaba previsto para una duración de 20 años, al término de la cual podía prorrogarse durante 10 años más en caso de que ninguna de las partes firmantes denunciara el pacto, concebido como la expresión de una situación transitoria hacia un sistema de seguridad colectiva en Europa.

El plazo de 10 años de prórroga, tras el cual no hay nada previsto, concluye en mayo de 1985 y, ante su inminencia, algunos de los países aliados a la URSS querían renegociar el tratado en mejores condiciones para ellos. Algo así sucedió, sin que se lograra modificar el texto, hace 10 años, cuando el acuerdo se prolongó tras sus primeros 20 años de existencia. Las fuentes de Moscú señalaron que tanto la RDA como Hungría, Rumanía y Polonia han expresado deseos de que el tratado fuera renegociado. En este empeño se han encontrado, según estas fuentes, con una firme resistencia soviética basada en la necesidad de mantener la máxima unidad ante la tensa situación internacional.

Las tres reclamaciones

Los puntos en los que los aliados han hecho hincapié son básicamente tres, siempre según los medios consultados. A saber, la reducción de los plazos de vigencia del tratado (renovación cada cinco años), mayor participación de los aliados en la estructura de mando (actualmente muy soviet¡zada), y discusión sobre la necesidad de maniobras conjuntas en territorios de otros países. Bulgaria y Checoslovaquia son los únicos países que no han expresado, que se sepa, deseos de alterar el texto del tratado.

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Al parecer, Moscú quiere que la renovación del tratado se concluya -con el mismo texto- cuanto antes, a ser posible a principios del año próximo. Durante su existencia, el Tratado de Varsovia sirvió de amparo al concepto de "soberanía limitada", que entiende como agresiones, susceptibles de ser respondidas con intervenciones armadas, todo tipo de acción que cuestione el sistema socialista o las relaciones con la Unión Soviética.

Mientras tanto, los medios de comunicación soviéticos siguen dedicando gran atención a las relaciones soviético-norteamericanas en un clima donde se subraya la necesidad de entenderse y al mismo tiempo se expresan múltiples reticencias y desconfianzas ante la política de Ronald Reagan. Ayer, el diario Pravda acusaba a EE UU de recurrir al espacio para adelantar a la URSS en el terreno militar.

"En Washington, por lo visto, han decidido que han encontrado un método para adelantar, a través del cosmos, a la otra parte en el terreno militar. Esto es una esperanza irrealizable", escribía el periódico. "La URSS", señalaba, "hará todo lo necesario para frustrar cualquier intento de violar el equilibrio militar establecido". El diario reitera que la URSS se ha comprometido a una "moratoria unilateral" sobre la puesta en órbita de armas antisatélites "mientras otros Estados actúen de la misma manera".

"En previsión de una solución positiva" al problema de la militarización del espacio exterior, advierte Pravda, "sería más fácil dar pasos prácticos para disminuir el peligro de guerra y añadir a las relaciones soviético-norteamericanas los elementos de confianza mutua que tanto necesitan".

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