Un doble agente permitió a Managua destapar un plan de la CIA

Un agente de la seguridad nicaragüense, que se hizo pasar por funcionario descontento dispuesto a vender información, ha permitido al Gobierno sandinista destapar una operación de la CIA para desprestigiar las elecciones del 4 de noviembre. Horacio Argüello, asesor legal del Ministerio de Hacienda y miembro de la comisión electoral del Consejo de Estado, debía comparecer en Madrid para explicar en conferencia de prensa el manejo fraudulento de los comicios. Sus contratantes olvidaron el detalle de que pudiera ser un agente doble.

Ésta es una historia de espías contada con detalle po...

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Un agente de la seguridad nicaragüense, que se hizo pasar por funcionario descontento dispuesto a vender información, ha permitido al Gobierno sandinista destapar una operación de la CIA para desprestigiar las elecciones del 4 de noviembre. Horacio Argüello, asesor legal del Ministerio de Hacienda y miembro de la comisión electoral del Consejo de Estado, debía comparecer en Madrid para explicar en conferencia de prensa el manejo fraudulento de los comicios. Sus contratantes olvidaron el detalle de que pudiera ser un agente doble.

Ésta es una historia de espías contada con detalle por el ministro del Interior, comandante Tomás Borge. A finales de 1982, Argüello fue abordado por diplomáticos de un país europeo, vinculados a la CIA, según el ministro, que le propusieron, la venta de información.Después de una larga fase de tanteo, en mayo -de este año, se materializó la primera reunión, en un hotel de la cadena Holliday Inn en Miami. Sus interlocutores fueron el jefe máximo de la organización armada Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), Adolfo Calero, otro dirigente de este grupo, llamado Jimmy Téfel, y tres agentes de la CIA, que se presentaron como Steve Early, Charles Damon y un tal Thomas.

"Le propusieron", explicó Borges, "desertar del Consejo de Estado para difamar el proceso electoral. Sería llevado a Madrid para dar a conocer, en una especie de terreno neutral, las intimidades del sistema, a fin de quitar legitimidada la votación. Argüe'llo denunciaría que se estaba fraguando una farsa". A partir de este momento depositaron en una sucursal del Citibank, en Miami, 2.000 dólares mensuales a favor de Argüello, cantidad que se elevaría a 3.000 a partir de su deserción. Pidieron datos sobre los movimientos del comandante Carrión y también de Oswaldo Lacayo y Joaquín Cuadra, que serían neutralizados.

Después de una nueva reunión en agosto, en Miami, en la que se le preguntó sobre la presencia cubana y soviética en Nicaragua, se decidió detener el plan "por razones operativas".

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