Reportaje:

Alteraciones neuromusculares

Cuando se administran a un conejo anilidas de ácidos grasos por vía oral, el animal desarrolla algunas semanas más tarde signos clínicos de alteraciones neuromusculares, con rigidez de las extremidades posteriores e incluso parálisis. La sangre de los animales tratados contiene anticuerpos que reaccionan específicamente contra las anilidas; es decir, el conejo desarrolla una reacción inmunológica frente a tales sustancias. Además los anticuerpos antianilida reconocen algún determinante antigénico de esta sustancia en la membrana de las células. Esto se pone de manifiesto incubando cortes de te...

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Cuando se administran a un conejo anilidas de ácidos grasos por vía oral, el animal desarrolla algunas semanas más tarde signos clínicos de alteraciones neuromusculares, con rigidez de las extremidades posteriores e incluso parálisis. La sangre de los animales tratados contiene anticuerpos que reaccionan específicamente contra las anilidas; es decir, el conejo desarrolla una reacción inmunológica frente a tales sustancias. Además los anticuerpos antianilida reconocen algún determinante antigénico de esta sustancia en la membrana de las células. Esto se pone de manifiesto incubando cortes de tejidos de animales tratados con los anticuerpos antianilida, seguido de una segunda incubación con anticuerpos contra el suero de conejo que tienen ligada una sustancia fluorescente (F). La observación en el microscopio de fluorescencia permite detectar la fijación de los anticuerpos antianilida en los cortes de tejidos, lo que podría explicar el cuadro de enfermedad autoinmune característico de la fase crónica del síndrome tóxico.

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