El largo camino hacia el compromiso

Argentina y Chile mantiene, desde hace un siglo, un conflicto sobre sus límites fronterizos en el canal del Beagle que en varias ocasiones ha colocado a ambos países al borde de la guerra, la última de ellas en 1978, evitada en el último momento por la mediación del Vaticano, que ahora ha conseguido encauzar un acuerdo tras casi seis años de laboriosas negociaciones.Los dos países firmaron en 1881 un acuerdo fronterizo que establecía el principio de separación bioceánico mediante una línea en el canal, que adjudicaba a Argentina la zona norte, del Atlántico, y a Chile, la sur, del Pacíf...

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Argentina y Chile mantiene, desde hace un siglo, un conflicto sobre sus límites fronterizos en el canal del Beagle que en varias ocasiones ha colocado a ambos países al borde de la guerra, la última de ellas en 1978, evitada en el último momento por la mediación del Vaticano, que ahora ha conseguido encauzar un acuerdo tras casi seis años de laboriosas negociaciones.Los dos países firmaron en 1881 un acuerdo fronterizo que establecía el principio de separación bioceánico mediante una línea en el canal, que adjudicaba a Argentina la zona norte, del Atlántico, y a Chile, la sur, del Pacífico.

Sin embargo, el acuerdo no definía suficientemente la situación de la islas Nueva, Picton y Lennox, punto crucial sobre el que se ha centrado el litigio. En 1902, los presidentes Julio Roca, argentino, y Federico Errazuren, chileno, firmaron los llamados pactos de mayo, que impidieron que ambos Estados recurrieran a las armas.

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En varias ocasiones, Buenos Aires y Santiago recurrieron, sin resultados, a arbitrajes internacionales, como el solicitado al Reino Unido en 1915, a Estados Unidos en 1933 o al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, en 1960.

Los presidentes Salvador Allende y Alejandro Lanusse mantuvieron dos encuentros en 1971 que dieron como resultado la decisión de someter el litigio al arbitraje de un tribunal independiente, siempre que el fallo fuera ratificado por Gran Bretaña. Seis años después, un laudo de Isabel II atribuyó a Chile los territorios en conflicto, lo que suscitó el rechazo argentino.

En noviembre de 1978, los dos países comienzan a concentrar tropas en la frontera común. El viaje del cardenal Antonio Samore, enviado especial del Papa Juan Pablo II, evitó la guerra.

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A partir de ahí empieza la mediación vaticana, ratificada por un acuerdo firmado por Argentina y Chile en enero de 1979, que incluye el compromiso de ambos países de no recurrir a la fuerza.

En diciembre de 1980, Juan Pablo II hace una propuesta de paz cercana a la tesis de Chile, que la acepta, mientras Argentina plantea objeciones a la misma.

En enero de este año las negociaciones entran en la etapa final y el jueves se anuncia oficialmente en el Vaticano la plena coincidencia entre las partes para la solución del contencioso".

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