La Comunidad se mostró ayer incapaz de impulsar los temas concretos de la negociación con España

Una vez más la Comunidad Europea fue incapaz de ponerse ayer de acuerdo en las posturas que se ofrecerá ofrecer a España en materia de aceite de oliva, de agricultura, de instituciones, desarme arancelario y de asuntos sociales. La "explosión mística", en expresión de Manuel Marín, Secretario de Estado para las Relaciones con la CEE no tuvo lugar ayer en Bruselas, lo que en cierto modo desbarata los planes de negociación españoles. De esta forma se aplaza, una vez más la gran cita, esta vez hasta el 2 de octubre. Pero ayer, en una maniobra hábilmente dirigida por Francia, Portugal le puso una ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una vez más la Comunidad Europea fue incapaz de ponerse ayer de acuerdo en las posturas que se ofrecerá ofrecer a España en materia de aceite de oliva, de agricultura, de instituciones, desarme arancelario y de asuntos sociales. La "explosión mística", en expresión de Manuel Marín, Secretario de Estado para las Relaciones con la CEE no tuvo lugar ayer en Bruselas, lo que en cierto modo desbarata los planes de negociación españoles. De esta forma se aplaza, una vez más la gran cita, esta vez hasta el 2 de octubre. Pero ayer, en una maniobra hábilmente dirigida por Francia, Portugal le puso una zancadilla a España en materia de pesca, con lo que este capítulo peligra aún más para el caso español.

Más información

"La próxima semana será muy importante, como los últimos años de la vida o los últimos días de soltería", señaló el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán. En aceite de oliva, Italia cedió, aceptando un sistema de control de la producción para evitar los excedentes, sistema que entraría en vigor en 1987. El acuerdo estaba próximo, pero Grecia se opuso, bloqueando la operación, en lo que se considera una maniobra griega para lograr eventualmente, a cambio de su flexibilidad, la puesta en marcha -y los fondos- de los programas de ayudas a las regiones mediterráneas de la CEE.Y ya que los otros no cedían, la RFA tampoco quiso dar paso alguno y flexibilizar su postura en lo referente a las prestaciones familiares y acceso al empleo de los trabajadores españoles que ya se encuentran en la RFA. En cuanto al vino, los ministros de Agricultura, reunidos en sesión paralela a los de Exteriores, se separaron sin acuerdo alguno en cuanto a la reforma del sector vitivinícola que exige Francia para cerrar las negociaciones con España.

Maniobra francesa

Y en todo este ambiente, durante la noche anterior Francia contactó a los portugueses para que aceptaran la propuesta pesquera que les había hecho la CEE en mayo. Hábil maniobra "de caballo de Troya", según Marín, pues así Portugal deja sentado que si las aguas de los diez son para los diez, sus aguas son para sus propios pescadores, y si acaso para algunos de la "Comunidad actual", lo cual excluye a los españoles. Y de paso se puede crear un peligroso precedente para que Francia rechace los derechos históricos que reclama España para pescar en la franja de 12 millas francesas del golfo de Vizcaya. Morán protestó en la sesión de negociación ante esta posibilidad.

Quedan, además, separados los temas portugueses -se está a punto de concluir esta negociación- y los españoles, para presionar de este modo sobre Madrid. De hecho, en medios de la Comisión Europea cundía ayer el pesimismo sobre las propuestas sobre pesca y que ahora se cree no serán ratificadas por los diez. Estas propuestas incluyen la generalización del sistema de licencias para toda la CEE, lo cual no sería discriminatorio para España, pero no garantiza un mayor acceso que el actual a los bancos de peces de la CEE por parte de los pescadores españoles. El famoso impulso político decidido el martes pasado en Dublín se ha quedado en nada en la práctica.

España presentó contrapropuestas poco conflictivas -aunque pidiendo más de lo que la CEE le ofrece- en materia institucional, aunque tampoco fue posible una respuesta comunitaria. España presentó otra declaración sobre su participación en el Banco Europeo de Inversiones (14.000 millones de capital a desembolsar por parte de España a lo largo de cinco años, si la CEE acepta esta fórmula).

Por su parte, la CEE tampoco presentó una réplica en agricultura. Su única aportación fue un proyecto de protocolo en siderurgia por el cual, durante cuatro años, mientras se hace la reestructuración española -controlada por la CEE y siguiendo sus reglas-, nuestros productos siderúrgicos se verían sometidos a restricciones cuantitativas al entrar en la CEE, lo que "no es para España", según Morán. La Comunidad presentó también la definición de los contingentes de base para una lista de 16 productos (tractores, televisores, alfombras y otros), cuyo mercado se vería liberalizado entre España y la Comunidad en un plazo de tres a cuatro años tras la adhesión. Pero la CEE se había equivocado en este documento en simples sumas y restas con las cifras que presentaba.

Finalmente, en materia de desarme arancelario para la industria, los ministros de los diez Estados miembros encargaron a la Comisión Europea mantener contactos técnicos con España sobre la base de una reducción más rápida que la general para los productos con aranceles superiores al 20%, tema especialmente candente para el Reino Unido, como recordó ayer el jefe del Foreign. Office (ministerio de Asuntos Exteriores británico), sir Geoffrey Howe. Pero los diez retiraron la lista de 33 productos que habían preparado en esta materia, falta de acuerdo interno.

"Un texto difícil lleva tiempo de preparar, y un texto imposible, algo más", explicó Howe para ilustgrar la incapacidad comunitaria a la hora de presentar ofertas a España. Los diez intentan un cambalache entre ellos mismos -sacrificios en cuestiones que a veces carecen totalmente de relación- de dar un paso importante hacia las tesis españolas.

Cita en Luxemburgo

El paquete no se ha formado aún, y puede requerir alguna reunión extraordinaria. La cita es, pues, para el 2 de octubre, en Luxemburgo, fecha de la próxima sesión de negociación a nivel ministerial. "En Luxemburgo tiene que haber un paquete, y tenemos que salir de esa sesión con acuerdos concretos o, al menos, orientaciones precisas", declaró un negociador español, para el cual "hay que contar con todo el mes de octubre, como mínimo, para negociar".

Para Morán "hay aproximaciones suficientes entre los diez para que el 2 de octubre puedan presentar posiciones, pero no me atrevo a hacer quinielas". Morán no quiso fijar fechas, aunque consideró que la negocición "se puede acabar a fines del año". El titular español de Asuntos Exteriores felicitó a la Comisión Europea por su intenso trabajo en cooperación con la delegación española. Fuentes comunitarias no descartan que los diez ministros de Asuntos Exteriores y sus colegas español y portugués vuelvan a abordar estos temas en el continente americano a finales de este mes, ya que la sesión plenaria de las Naciones Unidas y la reunión entre Europa y Latinoamérica en San José de Costa Rica.

Archivado En