Cartas al director

Boyer, un mal necesario

Ahora que todas las andanadas de la progresía española parecen dirigirse de modo despiadado contra el señor Boyer y su política económica, quiero romper una lanza en su favor. Quiero demostrar a tanto progre don mala conciencia que Boyer es un mal necesario, al menos aquí y ahora.En efecto, partamos de una base inexcusable: vivimos en un sistema capitalista. Como todo el mundo sabe (o, al menos, Marx sabía), el capitalismo fundamenta su eficacia en la explotación del trabajo humano. No lo olvidemos. Y, entonces, yo me hago una sencilla pregunta: en un momento de dificultad...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ahora que todas las andanadas de la progresía española parecen dirigirse de modo despiadado contra el señor Boyer y su política económica, quiero romper una lanza en su favor. Quiero demostrar a tanto progre don mala conciencia que Boyer es un mal necesario, al menos aquí y ahora.En efecto, partamos de una base inexcusable: vivimos en un sistema capitalista. Como todo el mundo sabe (o, al menos, Marx sabía), el capitalismo fundamenta su eficacia en la explotación del trabajo humano. No lo olvidemos. Y, entonces, yo me hago una sencilla pregunta: en un momento de dificultades para el sistema (como el presente), ¿a quién se impondrán en primer lugar las restricciones y los recortes en el nivel de vida, a las clases propietarias o a los trabajadores? Creo que la respuesta es clara y sencilla: los trabajadores son los primeros que deben ser oprimidos para solventar las dificultades; los propietarios sólo se apretarán el cinturón cuando no les quede otro remedio, cuando les vaya en ello su propia supervivencia.

En este sentido, la coherencia de la política aplicada por Boyer (pero también, no lo olvidemos, por Reagan, Thatcher, Craxi, Delors, etcétera, es decir, por todos los principales Gobiernos capitalistas del mundo) es total: se trata de reactivar la economía a costa de los trabajadores, reduciendo su nivel de vida hasta donde sea posible.

Y es que ésta es la implacable lógica del capitalismo (el propietario explota al no propietario, al trabajador), que ni siquiera los cantos de sirena, socialdemócratas han logrado mitigar u ocultar. Bien, pues, por el señor Boyer: está cumpliendo perfectamente, con su cometido.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En