Crítica:'ROCK'

La densa Danse Society

Sorpresas te da la vida, decía Rubén Blades justo hace una semana. Y esto es certeramente aplicable al pop. Después de contemplar cómo las espectativas acumuladas se desmoronan en conciertos largo tiempo esperados, un grupo prácticamente desconocido en España, aunque ya cuenta con cuatro elepés, realiza un excelente concierto y nos cobra una exigua taquilla.The Danse Society nacieron en 1980, en Yorkshire, con la misma formación que ha tocado en Madrid: Steve Rawlings, voz; Paul Gilmartin, batería; Lyndon Scarfe, teclas; Paul Nash, guitarra; Tim Wright, bajo. Su música supone un ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Sorpresas te da la vida, decía Rubén Blades justo hace una semana. Y esto es certeramente aplicable al pop. Después de contemplar cómo las espectativas acumuladas se desmoronan en conciertos largo tiempo esperados, un grupo prácticamente desconocido en España, aunque ya cuenta con cuatro elepés, realiza un excelente concierto y nos cobra una exigua taquilla.The Danse Society nacieron en 1980, en Yorkshire, con la misma formación que ha tocado en Madrid: Steve Rawlings, voz; Paul Gilmartin, batería; Lyndon Scarfe, teclas; Paul Nash, guitarra; Tim Wright, bajo. Su música supone un cruce entre el tamborileo obsesivo de Killing Joke, a los que sirvieron de teloneros al principio de su carrera, y la vehemencia y rigidez de los Doors, máximo exponente de los grupos de culto, cult-bands.

The Danse Society

Sala Rock-Ola de Madrid, 6 y 7 de julio.

En el primero de sus conciertos nos ofrecieron una cuidada selección de temas, pertenecientes a toda su discografía; sólidas y excelentes canciones, compuestas con la monotonía como principal fuente de expresión. Y, aunque suene paradójico, esto resulta todo un arte.

Wake up, Where are you now, Ambition, el stoniano 2000 light yearsfrom home, Dance/Move son perfectas piezas de neo-psicodelia, densas e inextricables, pero con un fuerte componente rítmico, que atenúa esa ocasional tendencia al sinfonismo que pierde a este tipo de grupos. La canción Heaven is waiting supuso el álgido momento en la actuación de un grupo que, si hay que decir algo negativo, carece de una imagen moderna o interesante, pero que lo suple estupendamente con su música.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En