Argentina condiciona la negociación sobre las Malvinas a que se negocie la soberanía

Argentina no declarará formalmente el "cese de hostilidades" con el Reino Unido hasta que Londres no acepte incluir el tema de la soberanía en la agenda que se prepara para reanudar las negociaciones sobre las islas Malvinas.El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado argentino, Adolfo Gass, admitió que el presidente Raúl Alfonsín había recibido el martes, a través de la Embajada de Suiza, una respuesta británica a la propuesta que Argentina envió a Londres el 16 de febrero de este año.

El contenido del intercambio de mensajes se mantiene en secreto, pero un funcion...

Argentina no declarará formalmente el "cese de hostilidades" con el Reino Unido hasta que Londres no acepte incluir el tema de la soberanía en la agenda que se prepara para reanudar las negociaciones sobre las islas Malvinas.El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado argentino, Adolfo Gass, admitió que el presidente Raúl Alfonsín había recibido el martes, a través de la Embajada de Suiza, una respuesta británica a la propuesta que Argentina envió a Londres el 16 de febrero de este año.

El contenido del intercambio de mensajes se mantiene en secreto, pero un funcionario de la cancillería argentina aseguré ayer que "Gran Bretaña insiste en que el tema de la soberanía debe excluirse de las negociaciones, y esto es inadmisible para nuestro país".

El contacto inicial entre ambos Gobiernos se produjo cuando la primera ministra británica, Margaret Thatcher, envió una nota de felicitación al presidente Alfonsín el día en que éste asumió la jefatura del Estado. Dos meses más tarde, el Foreign Office envió una primera iniciativa para crear las "condiciones previas" al inicio del diálogo. Argentina contestó con una propuesta "seria y sustancial", como fue calificada en su momento, aceptando no discutir en principio la cuestión de la soberanía.

La ofensiva diplomática argentina intenta retrotraer la situación a la anterior a la guerra de 1982 y plantea la recomposición de las relaciones diplomáticas y comerciales, completándola con una progresiva desmilitarización de la zona.

En las reuniones privadas que mantuvieron legisladores argentinos y británicos que se encontraron en Ginebra para asistir a las sesiones de la Unión Interparlamentaria Mundial había quedado claro el interés de las partes por iniciar las conversaciones "cuanto antes".