Crítica:DANZA

Nuevas formas expresión

Es muy positivo saber que hay en España coreógrafos que buscan nuevas formas de danza contemporánea española. Rafael Aguilar lucha al máximo por conseguirlo, lástima que no tenga una idea más clara y profunda de coreografía. Esto hace que dos de sus tres ballets presentados, Llanto y Amor eternidad, a pesar de estar estructurados con una línea temática, sean de difícil comprensión para el espectador, que se ve abrumado por una profusión de líneas y volúmenes estáticos o dinámicos, que lejos de elevar el mundo de la imagen a la danza, haciéndola más inteligible, hacen que é...

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Es muy positivo saber que hay en España coreógrafos que buscan nuevas formas de danza contemporánea española. Rafael Aguilar lucha al máximo por conseguirlo, lástima que no tenga una idea más clara y profunda de coreografía. Esto hace que dos de sus tres ballets presentados, Llanto y Amor eternidad, a pesar de estar estructurados con una línea temática, sean de difícil comprensión para el espectador, que se ve abrumado por una profusión de líneas y volúmenes estáticos o dinámicos, que lejos de elevar el mundo de la imagen a la danza, haciéndola más inteligible, hacen que ésta se pierda con facilidad. Presenta el primer ballet con música de Luis de Pablo y el poema de Vicente Aleixandre Sonido de la guerra, que titula Llanto.Su coreografía consiste en el desarrollo de un movimiento que expresa dolor y que terminación gesto exagerado del mismo estado anímico; lógicamente, éste se revierte en sensación de dolor, y vuelta a empezar... Toda coreografía temática, por muy drama que sea, condiciona y exige unidad en ritmo, evolución y expresión al argumento. Como intérprete posee una técnica discreta, no definida dentro de las corrientes con temporáneas de danza. El segundo ballet drama, Rango, está inspirado en La casa de Bernarda de Alba, de García Lorca. Es el mejor ballet que presenta. Los personajes se identifican con el tema, consiguiendo ver alguna danza coreografiada e interpretada bien. Sonia Cámara dio la oportunidad de una danza de rebeldía con soltura y ex presión.

Ballet Teatro Contemporáneo Español

Dirección: Manuela y Rafael Aguilar. Elenco artístico: Manuela y Rafael Aguilar. Coreógrafo: Rafael Aguilar. Escenografía: Rafael Aguilar, Manuel Mora. Artista invitado: Aurelio Bogado. Guitarrista: Agustín Carbonell. Cantaor: Rafael Fernández de Santos. Sala Olimpia. IV Festival Internacional de Teatro. Madrid. Hasta el 15 de abril en la sala Olimpia.

Amor eternidad es un ballet simbólico, inspirado en el sentimiento trágico de la vida de Miguel de Unamuno, con música de Mauricio Ohana y Cántiga de Alfonso X el Sabio. No creo que ningún espectador haya entendido este ballet, aunque conozca el texto y haya leído el argumento en el programa; hay una disociación total entre tema y movimiento, danza y gesto, carencia de danza absoluta, ambigüedad en las formas simbólicas. Los conatos de danza folklórica abrían la esperanza de un ballet con ideas originales e inteligentes, dado el tema y la música; pero todo se abortó por las razones anteriormente expuestas. La interpretación es correcta en el conjunto, con técnicas discretas en las frases de danza española. El primer bailarín, Aurelio Bogado, tiene giros que vemos de formación clásica, falta de equilibrio y obsesión por realizar cosas difíciles inoportunamente, por ejemplo, un détiré que ejecuta en un primer plano -cogerse el pie con una mano y llevarlo a la altura de la cabeza-, y otras.

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