Las autoridades y la Prensa francesas acusan a España de burlar las normas

Tanto las autoridades como los medios de comunicación franceses han lamentado que se pongan en riesgo vidas humanas por el respeto de un reglamento, pero han aprovechado la ocasión para replantear un problema de una envergadura que, probablemente, puede retrasar más aún la entrada de España en el Mercado Común: el incumplimiento existente a su juicio, por parte de España de las normas que regulan la pesca en aguas de la CEE. Fuentes oficiales francesas acusan a los pesqueros españoles de burlar continuamente los reglamentos aceptados sobre el papel por el Gobierno de Madrid.Un diario de la tar...

Tanto las autoridades como los medios de comunicación franceses han lamentado que se pongan en riesgo vidas humanas por el respeto de un reglamento, pero han aprovechado la ocasión para replantear un problema de una envergadura que, probablemente, puede retrasar más aún la entrada de España en el Mercado Común: el incumplimiento existente a su juicio, por parte de España de las normas que regulan la pesca en aguas de la CEE. Fuentes oficiales francesas acusan a los pesqueros españoles de burlar continuamente los reglamentos aceptados sobre el papel por el Gobierno de Madrid.Un diario de la tarde, el independiente Le Monde hacía del incidente pesquero la información dominante del día, como el resto de los medios audiovisuales. Su editorial de primera página, titulado Métodos peligrosos, también aludía al mismo tema. El tono de las informaciones de los medios periodísticos y de las declaraciones de los responsables oficiales, lo resume una frase de Le Monde: la documentación de Francia, en este nuevo asunto, "es de cemento armado".

En efecto, cada cual se lamenta por los heridos, aunque se explica inmediatamente que el Gobierno francés no ha cesado de advertir al Ejecutivo español de que se vería en la necesidad de emplear los medios más "serios" (se asegura que, a ello, han animado a Francia los demás países comunitarios) si los pescadores españoles no se ajustaban a los reglamentos aceptados por todos los países miembros de la CEE. Los medios informativos explicaban ayer a los ciudadanos franceses el informe de la llamada Europa azul, es decir la política pesquera común de los países comunitarios.

Las consecuencias jurídicas y diplomáticas de este asunto (a las que se añade el problema del terrorismo vasco) no dejarán de tener largas repercusiones, se piensa aquí. Se sabrá algo concreto cuando el primer ministro, Pierre Mauroy, viaje a Madrid este fin de semana, tal como está previsto. Pero de momento, lo que se resalta en Francia es que, en 1983, después de discusiones torrenciales, los diez aprobaron la creación de la "Europa de la pesca", lo que implica un recorte sustancial de la flota pesquera de todos los países de la CEE.

Todos los países comunitarios ya han emprendido este proceso de reducción de su flota pesquera, se repitió ayer mil veces en Francia, mientras España, que desea entrar en la Comunidad, ha aumentado en un 50% su flotilla.

"En lo sucesivo, respecto a la eventual entrada de España en la CEE, la pesca constituye un parámetro tan importante como la agricultura", decía ayer el diario Le Monde, resumiendo el sentir general.

Más grave aun, quizá, es el trasfondo de las reflexiones que hacen muchos comentaristas, al igual que muchas fuentes oficiosas, que insinúan que si el Gobierno de Madrid, hoy, no es capaz de hacer respetar las leyes de la pesca, tampoco lo será mañana, una vez que haya ingresado en la Comunidad Económica Europea.