El Tesoro no logra captar los recursos previstos en el mercado interior

La Dirección General del Tesoro ha logrado colocar entre el público algo menos de 28.000 millones de pesetas en bonos del Estado en su última salida al mercado, que quedó cerrada a finales del pasado mes de septiembre. La impresión que existe en el Ministerio de Economía es que esta emisión no puede calificarse como un éxito precisamente y que se complica el cumplimiento del plan de endeudamiento del Estado previsto para el presente año. Todo depende de la aceptación que tengan las obligaciones del Estado que están ofreciéndose en la actualidad.Durante la última quincena del mes de septiembre,...

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La Dirección General del Tesoro ha logrado colocar entre el público algo menos de 28.000 millones de pesetas en bonos del Estado en su última salida al mercado, que quedó cerrada a finales del pasado mes de septiembre. La impresión que existe en el Ministerio de Economía es que esta emisión no puede calificarse como un éxito precisamente y que se complica el cumplimiento del plan de endeudamiento del Estado previsto para el presente año. Todo depende de la aceptación que tengan las obligaciones del Estado que están ofreciéndose en la actualidad.Durante la última quincena del mes de septiembre, el Tesoro ofreció al público una emisión de bonos del Estado, a tres o cuatro años de amortización y con un tipo de interés del 15,75% o del 16%. Al tiempo se anunciaba la emisión de obligaciones del Estado, a ocho años de amortización y que tendrán un tipo de interés fijado por el mercado. Con estas dos emisiones se trataba de conseguir 100.000 millones de pesetas para financiar una parte del déficit del sector público.

Salida al exterior

En la emisión de bonos se han comprado títulos por valor de 10.135 millones de pesetas, a tres de amortización, y 17.829 millones a cuatro años. Ello significa que el Tesoro tendrá que lograr adjudicar algo más de 72.000 millones de pesetas en obligaciones si quiere alcanzar los objetivos fijados. El mecanismo de adjudicación de la subasta de obligaciones exige que la Administración establezca un tipo de interés al que está dispuesto a aceptar todas las peticiones que se le hayan hecho. En este momento, a la luz de los resultados de la última emisión de bonos, y teniendo en cuenta también el fracaso que supuso la salida al mercado en deuda pública a cinco años -se habían previsto 25.000 millones de pesetas y se colocaran 5.000-, se duda que haya ofertas suficientes como para que no se desvíen las previsiones oficiales, a menos que se acepten tipos de interés especialmente altos.Si la subasta de obligaciones permitiera cubrir los 72.000 millones que quedan, aún tendría el Estado que intentar obtener 198.000 millones de pesetas en el mercado interior de capitales mediante una nueva emisión de bonos, otra de obligaciones y una final de deuda pública a medio plazo de amortización. El Consejo de Ministros decidió en su última reunión autorizar a la Dirección General del Tesoro a transformar cerca de 42.000 millones de pesetas, que deberían obtenerse en el interior, en una salida a los mercados exteriores. Los resultados de la emisión de bonos de septiembre aconsejaban tomar este medida. Es posible que un próximo Consejo de Ministros haga modificar nuevamente la relación entre emisiones interiores y exteriores para obtener el volumen de fondos previsto por los Presupuestos Generales del Estado. El tipo de cambio del dólar, que parece sufrir una cierta inflexión a la baja, y la evolución de los tipos de interés internacionales ayudan a esta transformación.

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